Los Pistons han estado en el purgatorio de la lotería estas últimas cuatro temporadas y Joe Dumars ha tenido suficiente.

El equipo fichó a Josh Smith con un contrato enorme, sumó a Jennings como el nuevo base titular, trajo de vuelta a Billups, e incorporó Caldwell-Pope y Datome.  La esperanza es que las nuevas adiciones, combinadas con los talentos emergentes de Andre Drummond y Greg Monroe, serán suficientes para meterlos entre los ocho mejores del Este.

Esta esperanza se expande o se contrae según lo que pienses de Smith y Jennings. Del lado defensivo, Smith debería brindarles a los Pistons una de las líneas frontales más grandes y atléticas de la liga. Del lado ofensivo, la preocupación es que agrave los problemas de espaciado de Detroit. Si Smith empieza a lanzar dobles largos, podría lastimar a los Pistons en vez de ayudarlos.

Jennings también ha tenido su buena cuota de problemas. Todavía puede jugar fuera de control a pesar del hecho que ha estado en la liga cuatro años y su nivel de madurez aún no ha alcanzado su nivel de talento. Pero los Pistons creyeron que era una mejora sobre Knight y realmente deseaban incorporar un auténtico base en el equipo. Jennings está bendecido con gran agilidad y talento, y los Pistons lo adquirieron a un precio justo. Si el nuevo entrenador Maurice Cheeks logra llegar a él, podría convertir a este equipo en un conjunto mucho más peligroso.

El dominicano Charlie Villanueva jugará un papel preponderante viniendo desde la banca y hacer lo que sabe hacer.