Los policías son funcionarios públicos de primer nivel y por lo tanto si se quiere que actúen como tales, hay que pagarles como tales, afirmó anoche la directora del programa de Seguridad y Ciudadanía FLACSO-Chile, doctora Lucia Damment.

Damment  impartió junto al catedrático de las Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, Rafael Calduch Cevera, la conferencia “Seguridad y Defensa en tiempos de crisis: Desafíos y Propuestas” en el inicio de la Primera Conferencia Internacional sobre Seguridad y Defensa, organizada por la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode).

Al tocar el tema de la Policía, dijo que hay una reforma pendiente no sólo en el país, sino en los demás de América Latina. Esa reforma, dice, tiene que ser parte de  una política de Estado y, además, debe  ir acompañada de recursos.

Otro aspecto importante que entiende debe ser objeto de debates es la despolitización de la Policía y las demás instituciones que tienen que ver con el tema de la seguridad ciudadana.

“La seguridad pública todavía se encuentra en un  plano de debate electoral, donde es difícil someterlo a una discusión técnica, hablar de metas. La politización lo único que hace es agravarla. Los llamo a que debatamos  cómo hacer para sacar ese tema de un debate casi electoral en que está y vincularlo con la  justicia y la eficacia”, dijo Damment.

En su opinión, aunque el crimen ha avanzado en la región, la respuesta es débil,  porque la Policía carece de profesionalización y de presupuesto.

“Los policías viven en pésimas condiciones, una reforma requiere enfrentar eso. También los niveles de uso de la fuerza innecesaria”, dijo, luego de afirmar que las condiciones en que viven los agentes y el bajo sueldo que se les paga los hace más propensos a dejarse sobornar.

Entiende que los ayuntamientos son los que tienen que enfrentar el tema de la prevención  del delito con más fuerza, no esperar la reacción del Gobierno central.

El crimen es global

Damment afirmó que el crimen es global, que logra entrar en países con democracias frágiles, en lo que también coincidió Rafael Calduch Cevera. Dice que las reformas deben orientarse, en el ámbito de la seguridad y la defensa a la prevención  y resolución de los conflictos antes que  hagan  uso de la violencia. Cree  que es un mito que la existencia de un Estado reduce la violencia y facilita la resolución de los conflictos mediante formulas pacíficas.