Los policías trabajan a “mano pelá”

Los policías trabajan a “mano pelá”

Más que de radios «walkie talkie», computadoras y vehículos, tal cual se supone hacen los policías de todo el mundo en el siglo XXI, los agentes del departamento de robo del destacamento de Villas Agrícolas, a un lado del Mercado Modelo, se valen de la habilidad que da la experiencia para enfrentar un enjambre de ladrones y drogadictos, pues no cuentan siquiera con radios de comunicación, ni teléfonos que no sea algún celular de uno de ellos para comunicarse.

En este destacamento de la Zona Norte del Distrito Nacional, igual que en el de Villa Consuelo y otras dotaciones, no hay posibilidad de hacer llamadas desde hace varios días porque, según se supo, la Policía tiene una deuda millonaria con la compañía telefónica.

De modo que si un detenido cree que podrá ejercer el derecho a hacer una llamada para informar a alguien de su situación, está equivocado, al menos si está en la sección de robos o delitos contra la propiedad, como llaman a este departamento. La computadora que le llevaron hace meses todavía no ha sido instalada, y del inversor ni hablar.

JUGANDO A «MANO PELA»

De la modernización y los equipos millonarios de que han hablado el secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda, el anterior jefe policial Manuel de Jesús Pérez Sánchez, así como el actual jefe, Bernardo Santana Páez, nada ha llegado a este destacamento, donde se pudo observar a los agentes de robo trabajar sólo con una pistola, un par de esposas y la fuerza de voluntad, nada más.

Un viejo escritorio (pequeñíto), una vieja mascota en la que anotan las querellas, dos sillas plásticas una roja y otra verde, y un «armario» hecho de playwood encima del cual los agentes guardan aguacates y uno que otro coco seco, es todo el mobiliario con que cuenta el departamento de robo.

Mientras sus iguales de Capotillo reciben incentivos económicos y lujosas motocicletas Harley Davidson, para movilizarse al lugar de los hechos los agentes de robo de Villas Agrícolas, el barrio contiguo, cuentan con una motocicleta Yamaha 135. Con eso deben enfrentarse a delincuentes mejor montados y mejor comunicados que ellos. También, en esas condiciones, tienen que enfrentarse a decenas de «palomos» que merodean por el mercado.

Reporteros de HOY observaron que la radio «walkie talkie» que usa el teniente para comunicarse con sus subalternos no funciona, a pesar de los esfuerzos de su operador por prolongar la vida útil del aparato, tal como revela la gran cantidad de cinta adhesiva que –en vano- le han puesto.

Mientras algunos vendedores consultados elogiaron la labor de los policías que, según dijeron, están patrullando más en la zona, otras personas como la señora Ana Rosario denunciaron que cuando van a poner una querella al destacamento no les hacen caso y en cambio los refieren al palacio de la PN.

Otros moradores del barrio se quejaron por la ola de robo que hay en Villas Agrícolas, donde los ladrones, sobre todo los denominados «piperos» (jóvenes adictos al crack y a la marihuana) se roban hasta un plato vacío que encuentren mal puesto.

Además de estar infestado de drogadictos y ladrones «arrebata cadenas y celulares», Villas Agrícolas se caracteriza por ser uno de los barrios donde más se producen balaceras, sobre todo durante la noche.

Personas consultadas dijeron que han pedido en más de una ocasión que se ejecute en ese sector el Plan de Seguridad Democrática que se implementa en Capotillo. Según las autoridades, Villas Agrícolas es uno de los barrios a donde será extendido el referido plan. La promesa está, hay que esperar los hechos.

Entretanto, los policías responsables de enfrentar la delincuencia en el sector trabajan en medio de precariedades pues no cuentan ni siquiera con equipos de comunicación, mucho menos con Harley Davidson de US$17 mil, como sus compañeros que hoy patrullan por las calles de Capotillo.

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