Millones de pesos son distribuidos para sacar ventaja entre algunas madres dominicanas hoy, en la celebración de su día, entregados por senadores, diputados, síndicos, regidores y aspirantes a esos puestos electivos en las elecciones del año 2010.
Con motivo del Día de las Madres, legisladores y representantes municipales entregan desde televisores plasma, computadoras, estufas, neveras, dinero en efectivo y bonos con órdenes de compras de comida y electrodomésticos.
Los esfuerzos por mantenerse en el puesto y la carrera de parte de quienes quieren llegar, hace que el Día de las Madres movilice una gran cantidad de recursos económicos, en un abierto clientelismo, dirigido a ganar simpatía a base del reparto de dinero.
Es cada vez más notorio el mecanismo de convencer a los electores con dádivas. Los políticos utilizan a las juntas de vecinos para que les organicen los encuentros con las madres. Las fiestas con rifas son celebradas en clubes, restaurantes, casas de familia y todo tipo de recinto. Pero está el otro lado del fenómeno que genera el actual sistema político: las frecuentes solicitudes de dinero que hacen los electores a los congresistas y autoridades municipales. Las oficinas políticas y de representación, así como las casas de estos funcionarios son abarrotadas por gente que diariamente les pide dinero para comida, receta médica, pasajes, para pagar la vivienda, ayuda para estudiar e ir de viaje. Incluso, para retirar mercancías empeñadas. Se trata de una cultura de dar y pedir a cambio de un voto, y quienes no la practican, terminar por recibir el rechazo de sus electores.