GDANSK, Polonia. AFP. El fútbol es un deporte seguido por millones de personas, por lo que los políticos siguen sus actividades, pero mirando de reojo a la Eurocopa, sin perder la oportunidad de colarse en ella de vez en cuando, por afición deportiva o como plataforma de sus ideas.   

De este modo, la canciller alemana, Ángela Merkel, anunció antes del torneo que no asistiría «desgraciadamente» a ninguno de los tres partidos de la Mannschaft en la primera fase de la Eurocopa-2012 de fútbol.  

«La duda está para el resto del torneo y en su presencia en una eventual final», que se jugará en Kiev, indicó el presidente de la Federación Alemana (DFB), Wolfgang Niersbach. 

Varios responsables políticos europeos amenazaron antes del torneo con boicotear los partidos de la Eurocopa en Ucrania, país coorganizador junto a Polonia, por la situación en prisión de la exprimera ministra Yulia Timochenko.  

Merkel sí se desplazó a Gdansk (Polonia), para animar a los jugadores antes del inicio de la Eurocopa, en su hotel de concentración.  

Por su parte, el presidente francés François Hollande afirmó que «el lugar» de la opositora Timochenko «no está en prisión».  

«En lo que concierne a mi presencia y la de los miembros de mi gobierno, he considerado que no podemos ir a Ucrania en esta situación», afirmó Hollande.  

El gobierno británico condicionó la presencia de sus ministros a la mejoría (de condiciones de la opositora Yulia Timochenko) en Ucrania y al rendimiento de la selección de Inglaterra en la Eurocopa-2012, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, William Hague.  

«Estamos preocupados por la situación en Ucrania, pero el gobierno ucraniano la puede mejorar», declaró Hague a la cadena Sky News. 

«Y si pasamos la primera ronda, anunciaremos lo que haremos en ese momento», agregó el responsable.  

En cambio, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, asistió al primer partido de su país en la Eurocopa, contra Italia (1-1), pese a la crisis en su país.  

«Voy porque la selección española es la selección campeona del mundo y de Europa y creo que es bueno que el presidente esté en el partido inaugural», afirmó Rajoy.  

Por su parte, Vladimir Putin, presidente ruso, también se asomó por la Eurocopa, dando su opinión tras los incidentes provocados por los aficionados de su país.  

«El presidente ruso expresó su preocupación en cuanto a la situación de los hinchas rusos durante la Eurocopa-2012», y subrayó «que parte del principio que los organizadores de tales competencias internacionales asumen la responsabilidad de la seguridad de los aficionados en su territorio», declaró el portavoz Dmitri Peskov.  

El primer ministro polaco, Donald Tusk, por su parte, se enfadó contra las acusaciones de país racista que recibió con motivo de la Eurocopa-2012.  

«Seamos claros, hay actitudes racistas o antisemitas entre los ‘hooligans polacos. Pero protesto enérgicamente cuando se estigmatiza a Polonia como un país donde esos fenómenos negativos irían en aumento», declaró Tusk.  

En su opinión, en Polonia el racismo está «mucho menos presente» que en otros países europeos, «incluidos los más desarrollados».  

«No es Polonia donde se prende fuego a casas donde viven inmigrantes. Tampoco pasa en Polonia que los centros para inmigrantes sean atacados por neonazis o que haya tiroteos contra escuelas judías», insistió, aludiendo a incidentes recientes vividos en la Europa Occidental.  

La popularidad del fútbol y la Eurocopa hará que varios políticos se vuelvan a asomar al torneo hasta el 1 de julio, día de la final.