Los presupuestos de Educación

Los presupuestos de Educación

JESÚS DE LA ROSA
El presupuesto de la Secretaría de Educación alcanzará este año la suma de 26 mil 200 millones de pesos; mil 169 millones de pesos más que el monto de las partidas ejecutadas por esa Cartera en el 2007.

La cuantía de gastos en educación inicial, básica y media proyectada para este año equivale a un 9% del Presupuesto Nacional y a un 1.9% del Producto Bruto Interno.

El presupuesto de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología este año alcanzará la suma de 3 mil 984.8 millones de pesos, apenas 286 millones de pesos más que el ejecutado en el año anterior. Esa suma equivale a 1.3 por ciento del Presupuesto Nacional y a un 0.027% del Producto Bruto Interno.

Tanto el presupuesto de la Secretaría de Educación como el de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología están muy por debajo de lo especificado en las leyes que rigen en materia de financiamiento en ambas dependencias estatales.

Así las cosas, el sistema dominicano de instrucción pública continuará siendo el peor financiado de la América española. Y es de esperarse que la República Dominicana continúe ocupando uno de los últimos lugares en los indicadores de educación entre las naciones hispanoamericanas.

La titular de Educación, maestra Alejandrina Germán, ha expresado en varias ocasiones que «lo mínimo que requiere esa cartera para implementar sus proyectos del año son los 33 mil millones de pesos que solicitó en octubre del año pasado». Entonces, ¿cómo habrá de desenvolverse la Secretaría de Educación en el 2008 con casi 7 mil millones de pesos menos de lo solicitado?

Mostrándonos optimistas, creemos que con mil 169 millones de pesos más que el año anterior, la Secretaría de Educación podrá materializar algunos de sus proyectos, incluyendo los que más redundan en la calidad de los servicios que presta esa Cartera. Pensamos que esa dependencia estatal podrá este año reparar y construir más aulas y mejorar las condiciones de vida tanto de los docentes como las de los alumnos. Y que es en la Secretaría de Educación, Ciencia y Tecnología donde el problema presupuestario se torna más difícil de resolver.

Con 200 millones de pesos más de lo ejecutado en el año anterior es poco lo que podemos hacer en materia de educación superior en adición a lo que ya hemos venido haciendo.

Durante el año 2005, el Gobierno destinó unos 2 mil 300 millones de pesos, alrededor del 0.23% del PBI, al financiamiento de la Educación Superior, suma ésta muy inferior a la contemplada en la Ley 139-01 de Educación Superior, Ciencia y Tecnología. Según los cálculos del economista Isidoro Santana, en ese mismo año, los pagos de los padres de familias a las universidades privadas alcanzaron la suma de 5 mil millones de pesos, equivalente al 0.78 del PBI. Sí sumáramos a esas dos partidas otras como las del pago por concepto de matrícula a las instituciones públicas de educación superior y los gastos de los hogares en otros renglones, estaríamos hablando de una inversión en Educación Superior de alrededor de 8 mil millones de pesos; suma ésta notablemente inferior a la recomendable para el sostenimiento de un sistema educación superior de una calidad a tono con la demanda de estos tiempos. Esa situación no pudo ser superada en los años 2006 y 2007.

La situación económica de la Universidad Autónoma de Santo Domingo se torna muy calamitosa. La UASD necesitará este año mucho más recursos que el año pasado para mantener funcionando una sede central y doce extensiones universitarias, incluyendo las modernas y bien equipadas ciudades universitarias de Santiago, San Francisco de Macorís, Puerto Plata, Nagua, Higüey, Bonao, Barahona, y San Juan de la Maguana. Para evitar que se deteriore el subsistema dominicano de instituciones estatales de educación superior, el presidente Fernández deberá respaldarlo con partidas extra-presupuestarias. Confiados estamos de que el mandatario peledeísta así lo hará.

Es harto sabido que, en aras de un crecimiento humano sostenible, los Estados deberán priorizar las inversiones en salud, educación, vivienda y medio ambiente.

¿Cómo es que un país como la República Dominicana, con un ritmo de crecimiento económico tan acelerado, no disponga de suficientes recursos para el sostenimiento de un sistema de instrucción pública acorde con las aspiraciones de sus ciudadanos?

El presidente Fernández estima que el origen de ese problema está en «el endeudamiento irresponsable y a la mala política económica aplicada por el pasado gobierno». Además de lo señalado por el mandatario peledeísta, existe el hecho de no poder desenvolvernos en un sistema comercial y financiero basado en normas previsibles y no discriminatorias y de no poder encarar de manera satisfactoria los problemas de nuestra deuda externa de manera que su cumplimiento se haga sostenible a largo plazo y no se constituya, como hoy se constituye, en un obstáculo para atender a nuestra necesidades en materia de salud y de educación.

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