Una dieta equilibrada permite comer de todo en cantidades moderadas con el fin de tomar todos los nutrientes. No hay alimentos que no se puedan comer, pero es aconsejable que sepas cómo consumirlos para hacer tu menú más saludable.

Consumir alimentos en su estado natural y hacerlo cocidos no es la misma cosa, pues cuando éstos pasan por el proceso de cocción pierden una gran cantidad de sus nutrientes. Por lo que es recomendable tratar de equilibrar el consumo de alimentos cocidos con el consumo de frutas y vegetales.

   Es bueno que usted lleve un balance de la cantidad de carbohidrtos y azucares.

Las frutas y verduras contienen antioxidantes y carotenoides (responsables de la pigmentación roja, amarilla y naranja de algunos vegetales), que ayudan a retrasar  algunas enfermedades.

Los pro

Verduras y frutas: vivas y crudas. Puedes tomar todas las verduras y frutas que quieras.

Hidratos de carbono: con azúcares naturales sin refinar: panes, cereales, arroz…

Proteínas: los vegetales. Son más fáciles de fragmentar por el organismo como quínoa, soja, etc.

Grasas: opta por las saludables. El aceite de oliva, los frutos secos y el aguacate.

Los contra

Verduras y frutas: demasiado cocinadas pierden sus vitaminas y nutrientes. Cuécela unos pocos minutos al vapor.

Hidratos de carbono: refinados con azúcar, pasteles, dulces… pierden nutrientes y entran a toda velocidad en la sangre.

Proteínas: algunas carnes rojas suponen un sobreesfuerzo para el organismo, intoxican y acidifican la sangre.

Grasas: saturadas, sobre todo las de las carnes rojas, mantequillas y snacks de bolsa.