Samaná. Para el alcalde de Samaná, Miguel Bezi Nicasio, los problemas prioritarios que deben ser atendidos en esta ciudad son seguridad, ruido, arrabalización y salud.

Estos, asegura, se encuentran por encima de la denuncia del acoso a los turistas de cruceros, algo que a su juicio se maneja con el propósito de crear una alarma innecesaria.

Esas son fallas que hay que corregir incluso, primero que el tema del acoso al que se ha hecho referencia, insistió el funcionario al tiempo que rechazó que el acoso de los vendedores sea la principal causa para que los cruceros dejen de tocar a Samaná.

Falta de un puerto. Los cruceros que llegan a esta ciudad tienen que anclar en medio de la bahía, los pasajeros bajarse a un ténder que los transporta a un pequeño muelle y luego se desmontan a tierra, recuerda Bezi Nicasio.

Dijo que Samaná demanda la construcción de un puerto para convertirse en una zona de recepción del turismo de cruceros, lo que podría servir de impacto económico a la provincia.

Marina. El alcalde recordó que el Gobierno del presidente Leonel Fernández invirtió RD$153 millones en esta obra, cuyos trabajos hace un tiempo quedaron inconclusos.

Favoreció que el sector privado, junto a la alcaldía, den terminación a la obra para ponerla en operación.

No estoy en contra del sector, soy parte de éste pero que se decidan por una solución conjunta, transparente y seria donde el cabildo tenga participación en su propio territorio, dijo.

Recordó que dirigió una carta al presidente Fernández en la cual solicitó el traspaso de la obra, con fines de ejecutarla con el apoyo del sector privado.

Planteó buscar alternativas que corrijan los males de Samaná, pero asumiendo un compromiso social y empresarial.

De su lado, el gerente general del hotel Bahía Príncipe Cayacoa, Matías Colombo, planteó que es al Ministerio de Turismo que le corresponde regular la actividad turística y manifestó que en el caso de Samaná se debe aplicar un proceso de depuración y seguimiento a los vendedores y guías turísticos que están involucrados en la actividad.

Puso de ejemplo el problema que confronta la gerencia del hotel con los vendedores colocados en un extremo de la playa y dijo que desde allí se acercan con sus mercancías a los clientes a la hora de disfrutar de su descanso.

Samaná es un pueblo en pleno desarrollo de gente trabajadora pero necesita tomar conciencia de que si afectamos el cliente, nos afectamos nosotros mismos. El tema del acoso es una asignatura pendiente que se traduce en reorganizar el sector con el apoyo de las autoridades, destacó el hotelero del Grupo Bahía Príncipe.

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La denuncia

El mes pasado el empresario y expresidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana, Rafael Blanco Canto, declaró que los cruceros que llegaban a Samaná disminuirán en 50% para la próxima temporada de invierno por el acoso de los vendedores. Dijo que en esta zona hay que resolver muchos problemas señalando que no solo en Samaná sino en todos los destinos turísticos del país.