Los profesores de la UASD abusan

Los profesores de la UASD abusan

La demanda de aumento de sueldo que hacen los profesores de la UASD podría ser justa, pero la huelga mediante la cual la canalizan los descalifica por la alta dosis de abuso de posición dominante que acarrea ese método. Se valen de que, la universidad no puede sustituirlos de golpe y porrazo, y de que los estudiantes no pueden cambiar de academia en un santiamén, para librarse de estas interrupciones de docencia que ya resultan una necedad.
Por más que parezca, la paralización no es tanto contra la academia a la que se le reclama aumento salarial, sino contra los 190,000 estudiantes que para fines prácticos son una especie de escudo tras el cual se parapetan los educadores. La UASD ha dicho que actualmente no está en condiciones financieras para acceder a la demanda de aumento de sueldos, y los docentes no señalan ni sugieren fuentes alternativas para obtener los recursos necesarios para satisfacer lo que exigen.
En la más reciente reunión entre las autoridades universitarias y los representantes de los profesores lo que hubo fue acusaciones recíprocas y mutuos reclamos que no desembocaron en puntos de avenencia que pudieran atenuar los efectos de la confrontación. La incapacidad para dialogar teniendo como meta una salida es un elemento que se suma a los perjuicios que causan a 190,000 estudiantes atados de manos.

Seguridad en los hospitales

El Ministerio de Salud Pública y la Policía Nacional tienen que ponerse de acuerdo para garantizar la protección del personal médico y paramédico en los hospitales del país. Las agresiones contra estos servidores son frecuentes, y el caso más reciente ocurrió el jueves 26 de enero en el hospital San Vicente de Paúl, de San Francisco de Macorís, donde familiares de una paciente adolescente golpearon a una doctora.
La Sociedad Dominicana de Emergenciología (SODOEM) ha llamado la atención sobre estos incidentes y exige que mejore la protección en las salas de emergencia. La situación no puede ser pasada por alto y tanto Salud Pública como la Policía deben tomar medidas para que la protección funcione de manera permanente, y no coyuntural como parece estar ocurriendo cada vez que se denuncian casos como este.

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