Los filtros solares orales funcionan como antioxidantes, evitando el envejecimiento prematuro de la piel y los daños ocasionados por la exposición al sol.

Por lo general están compuestos de un extracto natural (Polypodium Leucotomos) proveniente de un helecho que al ser ingerido evita la inflamación de la piel por causa de la luz solar. También “podemos mencionar los carotenos y tocoferol. Estas sustancias tienen efecto protector importante así como también el resveratrol, los flavonoides que no solo tienen función de fotoprotectores sino de potentes antioxidantes”, agrega la dermatóloga Emma Guzmán.

Para preparar la piel para la temporada de verano, se recomienda comenzar a ingerir los filtros solares orales por lo menos dos meses antes de la exposición solar, para que la piel se vaya adaptando. El tratamiento puede ser de una o dos veces al día, según se necesite.

Aun que, como con todos los medicamentos, lo correcto es que acuda al médico, quien sabrá determinar si usted realmente lo necesita y la dosis.

“Cualquier tratamiento fotoprotector que se utilice, ya sea oral o tópico, no puede evitar el efecto de la sobreexposición solar. Por tanto, la mejor medida de prevención es evitar el sol, especialmente en las horas del mediodía y emplear ropa y lentes con protección solar”, advierte la doctora.