Los que salvaron la economía mundial del colapso

Los que salvaron la economía mundial del colapso<BR>

Hace dos semanas leí, con verdadero placer e intensidad, el libro “Los alquimistas: tres que enfrentaron a un mundo en fuego”, escrito por el doctor Neil Erwin, editor económico del prestigioso diario Washington Post. Leí y anoté, en una jornada corrida de casi 24 horas, este extraordinario libro que recoge, con pormenores inéditos, los cuatro días de mayo de 2010 en que el sistema financiero mundial casi colapsó ante la inmovilización de la clase política europea.

Lisboa, 6 de mayo, 2010

Los mercados mundiales estaban en estado extremo de pánico, aunque la semana anterior, el FMI había anunciado 110 millones de euros para  Grecia. La crisis parecía que se iba a extender, rápidamente, a Irlanda, Portugal, España e Italia (países con 127 millones de habitantes y 4 billones de PBI) y, consecuentemente, a la poderosa banca alemana y francesa que habían otorgado el grueso de los préstamos, amenazando con una implosión del euro y por contagio una crisis financiera total. Los gobernadores de los bancos centrales europeos tuvieron una reunión durante todo el día, que resultó inconclusa debido a la posición ortodoxa de Axel Weber, representante de Alemania, marcada para siempre por la hiperinflación de la década del 20, caracterizada por este símbolo: necesitaban de una carretilla para llevar el dinero. Fenómeno que catapultó el ascenso de Hitler al poder.

Londres, 6 de mayo

Los conservadores ganan las elecciones en Inglaterra, favoreciendo la posición de Mervyn King, gobernador del Banco Central inglés, dispuesto a aplicar una política monetaria expansiva, pero si ésta iba acompañada por una fuerte austeridad presupuestaria.

Bruselas, 7 de mayo

Se inicia una reunión de los jefes de Estado de Europa, lo que, hasta el momento, estaban en estado de negación, creyendo que medidas económicas limitadas podrían enfrentar, con éxito, la crisis. Jean Claude Trichet, gobernador del BCE, institución autónoma, hace una presentación sobre la extrema gravedad de la situación, cerrándola con las siguientes palabras: “Nosotros actuaremos si ustedes actúan creando un fondo de contingencia de cerca de 600 billones de euros”. Y la reunión continuó entre discusiones y divergencias.

Basilea, 9 de mayo

Se reúnen de emergencia los gobernadores de los bancos centrales de Estados Unidos (representado por su vice-gobernador), Inglaterra, Japón, Alemania, Francia y Canadá con Trichet. Éste plantea la necesidad de proceder, con urgencia, ante de la apertura de los mercados europeos dos días después, con las siguientes medidas:

1. Compra ilimitada de bonos de los gobiernos, con el propósito de estabilizar los mercados, pero recogiendo dinero (“esterilizándolo”) para no crear presiones altamente inflacionarias.

2. Pedirle al doctor Ben Bernanke que restaurara los préstamos swaps a los bancos europeos.

3. Demandar, como condición para actuar, que los gobiernos de la Eurozona crearan el fondo de contingencia.

Alemania se opuso al principio, pero al final aceptó ante la opinión de la totalidad de los otros gobernadores.

Washington, 9 de mayo

El doctor Ben Bernanke, Gobernador del Banco central norteamericano, también una institución autónoma, comprendiendo la gravedad del momento, aprobó tomar las medidas de los “swaps” sabiendo que tendría poco respaldo político en el Congreso norteamericano.

Bruselas, 9 y 10 de mayo

Los jefes de gobiernos de la Eurozona, junto a la directora del FMI, participan en una reunión maratónica de dos días, llegando a un acuerdo a las 3:45 a.m. del 10 de mayo, para establecer un fondo de contingencia de 690 millones de euros (participando el FMI con 150 millones) para ser utilizados en el rescate de países en problemas, luego que tomaran drásticas medidas de austeridad. Una hora después, hacen público el acuerdo y una hora más tarde, los gobernadores emitieron un comunicado expresando la voluntad de hacer una emisión ilimitada de dinero para comprar bonos de los gobiernos de la Eurozona. Tres horas después, abrió el mercado europeo y mundial en un estado de relativa calma.

Los Doctores Bernanke, King y Trichet habían evitado, esta vez, el colapso del euro y, consecuentemente, por efecto cascada, de todo el sistema financiero mundial.

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