Los Rays y el dilema de cambiar a David Price

Los Rays y el dilema de cambiar a David Price

“Es que me ha tocado verla un par de veces”. La lacónica frase de David Price se refiere a la latente posibilidad que sea cambiado de equipo.

No lo plantea como reproche. El zurdo que en 2012 fue proclamado como el Cy Young de la Liga Americana entiende perfectamente las circunstancias que rodean a sus Rays de Tampa Bay.

Llamativamente, el club ha retenido a casi todas las piezas indispensables del equipo que el año pasado ganó 92 juegos, se clasificó a la postemporada con el wild card y sucumbió ante Boston en una serie de primera ronda.

Al menos, por ahora, los Rays han decidido no transferir a su as. Para evitar el arbitraje salarial, Price y los Rays pactaron un contrato de 14 millones para cubrir la temporada de 2014. Se trata de una porción importante dentro de la nómina de 80 millones que los Rays tendrán en la campaña, lo más que ha invertido la franquicia en su historia.

Prudente con cada moneda de su presupuesto, Tampa Bay es candidato al título en la División Este de la Americana, y para ello sabe que hay que tomar riesgos.

«Este es claramente el mejor equipo que podemos tener, considerando todas nuestras limitaciones (financieras)”, señaló el dueño Stuart Sternberg cuando se presentó al cerrador Grant Balfour, cuya adquisición por 12 millones y dos años en la agencia libre fue la más importante durante el receso.

También decidieron renovarle el contrato al primera base James Loney, y mediante canjes obtuvieron a piezas complementarias como el receptor Ryan Hanigan, el infielder Logan Forsythe y el relevista Heath Bell.

Con su gerente Andrew Friedman siempre rebuscando para descubrir jugadores menospreciados por otros clubes, los Rays son un modelo de eficiencia al explotar al máximo sus escasos recursos. Las 550 victorias que han cosechado desde 2008 constituyen la segunda mayor cantidad en las mayores, sólo superados por las 564 de los Yanquis de Nueva York.

 PRICE SE QUEDA, POR AHORA:   De todas formas, tarde o temprano, deberán decidir su futuro con Price. El pitcher de 28 años será agente libre sin restricciones al término de la campaña de 2015. Si lo que buscan es una recompensa de prospectos en un canje, se acerca el momento ideal. Si la apuesta es jugársela para intentar la conquista de la Serie Mundial, pues se queda.

Se antoja como imposible que estos Rays estén en condiciones de ofrecerle un contrato como el que Clayton Kershaw —215 millones por siete años— para seguir con los Dodgers.    Como referencia, en el pasado, los Rays mantuvieron hasta último momento a jugadores al umbral de la agencia libre, como ocurrió con Carl Crawford y B.J. Upton.

Pero también hicieron tripas corazón con una decisión de antemano, que fue lo ocurrido previo a 2013 con el cambio del pitcher James Shields a los Reales.    Lo de Shields fue un buen negocio. El jardinero Wil Myers, uno de los jugadores que obtuvieron en el traspaso, acabó ganando el premio al Novato del Año.

LO QUE DEBE SALIR BIEN:   Este es un equipo acoplado para explotar al máximo su pitcheo y defensa.

Price encabeza una rotación que incluye también a Matt Moore, Chris Archer y Alex Cobb. Jeremy Hellickson, el Novato del Año en 2011, se sometió a una artroscopía en el codo derecho y no será hasta mayo cuando pueda reaparecer. Para solventar la baja, les sobran opciones. Una es Jake Odorizzi, también adquirido en el canje de Shields, además de César Ramos y Erik Bedard. Los prospectos dominicanos Enny Romero y Alex Romero esperan su momento en las menores.

El año pasado, los Rays permitieron una carrera o menos en 39 juegos, la mayor cantidad en la Americana desde los Angelinos en 2005. También fijaron un récord de la franquicia con 17 blanquedas y están igualados con los Dodgers con los 32 que han propinado en las últimas dos campañas.

Sus 59 errores fueron la segunda cantidad más baja las mayores, por detrás de los 54 de los Orioles. Cada uno de sus infielders —Loney, el intermedista Ben Zobrist, el torpedero Yunel Escobar y Evan Longoria— fueron finalistas por los Guantes de Oro.    Y al mando cuenta con Joe Maddon, señalado como el mejor piloto de las mayores, atento como nadie a la revolución de la estadísticas y otra innovaciones de estrategia. También es alguien que se asegura que la armonía y camaradería impere en el vestuario. En medio de una mala racha la pasada campaña, se le ocurrió pasearse en el clubhouse con una cacatúa.

EL PEOR ESCENARIO:   Que no anoten muchas carreras. Fueron novenos en carreras (700) en su circuito en 2013. Es posible que la producción aumente al disponer de Myers (23 dobles y 13 jonrones en 88 juegos a tiempo completo) para complementar a Longoria. Si lo que buscan es acudir a la postemporada por quinta vez en siete años y remando frente a los Medias Rojas y Yanquis en la división, pues necesitarán más ofensiva de los jardineros Desmond Jennings, David de Jesús y Matt Joyce.

Dejaron partir al cerrador dominicano Fernando Rodney luego de acumular 85 rescates en dos campañas. Pero la costumbre de Maddon es que siempre da la tecla para encontrar sacar esos últimos outs. El sucesor es Balfour, quien logró el salvado en 62 de las 67 oportunidades que dispuso en las últimas dos temporadas en Oakland. Los dominicanos Joel Peralta y Juan Carlos Oviedo también asoman en el bullpen.

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