Los recalcitrantes congresistas republicanos

Los recalcitrantes congresistas republicanos

Después de la derrota de los republicanos en noviembre pasado, el partido perdedor ha quedado en un estado de guerra civil. No pudo unificar su posición en  las negociaciones de fin de año,  frente al Presidente Obama en los asuntos del llamado “abismo fiscal”. Ninguna de las facciones que regentan al viejo partido de Lincoln,  quedó satisfecha con los resultados.

Por años , el partido ha sido liderado por  la derecha extrema y  los de centro,  quienes se han repartido los puestos más importantes en la dirección del Grand Old Party  (GOP).  Sin embargo, cuando el Tea Party irrumpió en las elecciones  congresuales  del 2010, se fracturó ese equilibrio,  sacando algunos moderados  y satanizandos a otros.

Desde que ese partido se fundó, a mitad del siglo  XIX, esa tensión ha existido, pero siempre prevaleciendo las tendencias más pragmáticas que exige  un partido con vocación de gobernar. Ahora ese no  es el caso.  Después  del  descalabro de Romney  y las pérdidas de escaños en el Senado y  en la  Cámara de Representantes,  el partido se encuentra en una indefinición y sin rumbo fijo y,  lo que es peor, sin ningún líder visible que los aglutine.

Ahora desesperados,  los recalcitrantes congresistas republicanos se encuentran divididos.  Como fue la votación de principios de año en la Cámara de Representantes, donde más de 150 de ellos votaron en contra  de evitar que el país cayera en el abismo fiscal, sin importarles un comino que la economía  entrara en una resección y se le aumentara  los impuestos a más del 98% de la población. Gracias a Dios, esa insensatez no prevaleció.

A falta de un proyecto nacional y, sin ningún líder ni rumbo visible que los guíe  y aglutine, los congresistas republicanos se han concentrado más en la supervivencia individual,  como es el caso del líder republicano de la minoría del Senado,  Mitch McConnell,  que está más pendiente de su reelección en Kentucky en el 2014, que de legislar en favor del bien común de sus constituyentes.

Ahora, una tormenta se avecina;  es que el Congreso se ponga de acuerdo  en aprobar el límite del endeudamiento del Gobierno Federal, el cual está situado en 16.4 trillones de dólares, cifra que  se alcanzó el primero de enero de este año, aunque el Secretario del Tesoro,  Timothy  Geithner, puede maniobrar por algunas semanas, éste advirtió al Congreso que si a fines de febrero no se aumenta el límite de la deuda, el país podría entrar en suspensión de pagos, lo que es lo mismo  que el Gobierno Federal entre en un proceso de quiebra.

El  líder republicano  y  presidente de la Cámara de Representante John Broehner (R) Ohio, afirmó que condicionará la aprobación del aumento  del techo de la deuda pública a que  el Presidente autorice recortes presupuestarios significativos.

El Presidente advirtió este lunes  que la suspensión de pagos por parte de EUA provocaría un severo daño para todos los norteamericanos y un caos a la economía mundial. El Presidente aseguró que no piensa entablar una negociación con  los republicanos sobre esa materia.  La posición del Presidente es clara , Estados Unidos tiene que pagar su deuda y punto.

Nunca antes, desde que se fundó la República,  se había presentado una situación tan absurda en el Congreso Federal. Todavía  más, lo que pretenden los republicanos contradice  artículo  4 de la Decimocuarta Enmienda a la Constitución  de la nación,  que data desde los tiempos de la guerra civil  (1868): “La deuda pública de los Estados Unidos cuando ha sido aprobada por ley, no puede ser cuestionada por nadie.  “Aparentemente,  la Casa Blanca no quiere utilizar todavía esta arma  de autorizar el aumento del límite de la deuda sin consultar al Congreso,  pero si llegara el momento,  que a nadie le extrañe.

Es hora ya de   que los recalcitrantes congresistas republicanos se dejen de resabios y tonterías y  reconozcan que perdieron las elecciones, ellos deben dedicarse a resolver los problemas más apremiantes: reformar las leyes de inmigración,  control de armas,  terminar las estúpidas guerras que empezó Bush y mil asuntos más.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas