Los retos del próximo papa

Los retos del próximo papa

CIUDAD DEL VATICANO. AFP. El sucesor de Benedicto XVI, que el jueves renunció al papado, deberá enfrentar numerosos desafíos, que van de la contestación interna en la Iglesia hasta las finanzas del Vaticano, pasando por los problemas éticos y la persecución de los cristianos en algunas regiones.

Custionamientos internos y reformas. Sobre todo en los países occidentales, la Iglesia enfrenta una oleada de cuestionamientos.

En países como Austria, Alemania, Irlanda, Francia o Estados Unidos, movimientos formados por sacerdotes, religiosos o religiosas piden reformas: más democracia interna, elección de las autoridades eclesiásticas, reforma del pontificado, de la regla del celibato de los sacerdotes o la ordenación de mujeres.

Estos movimientos llevan a algunos analistas a hablar de «cisma silencioso» (en referencia al llamado Cisma de Occidente del siglo XIV, cuando varios papas se disputaban la autoridad de la Iglesia) e incluso de «protestantización» (en referencia al protestantismo, más abierto sobre algunas cuestiones morales).

Hay en particular una fuerte presión para que la Iglesia permita comulgar a los divorciados que se han vuelto a casar. La caída del número de vocaciones también genera demandas para reorganizar las parroquias y para que los laicos, hombres y mujeres, puedan participar en las decisiones.

La reintegración de los tradicionalistas. Benedicto XVI no consiguió reintegrar al seno de la Iglesia a los integristas «lefebvrianos», que no aceptan la modernización que supuso el Concilio Vaticano II de principios de los años 1960. La negociación, a pesar de los esfuerzos del Papa, sigue en punto muerto.

Aculturación y pérdida de valores. Para la Iglesia, la «globalización» del catolicismo, que en muchas partes del mundo adopta liturgias y costumbres locales, es un problema. En los casos más extremos hay cristianos que se convierten a iglesias pentecostales o incluso al islam.

Abusos sexuales, pedofilia. La «tolerancia cero» decretada por Benedicto XVI y la recomendación a todos los obispos de colaborar con la justicia civil todavía no se aplican totalmente.

Tres cuartas partes de las conferencias episcopales han puesto en marcha sistemas de lucha contra la pedofilia pero muchas siguen siendo reacias a esas instrucciones.

La conciencia de la gravedad del problema no es la misma en todos los continentes y en algunos países la justicia civil no es eficaz.

En muchos países occidentales hay nuevas revelaciones de abusos sexuales masivos a menores por parte de religiosos. Algunos cardenales están acusados de haberlos encubierto durante años.

Cuentas del Vaticano y corrupción. Durante su pontificado, Benedicto XIV logró avanzar en la transparencia de las cuentas del Vaticano y la lucha contra el blanqueo de capitales. Pero queda mucho por hacer y algunas congregaciones y diócesis, sobretodo en África, están lastradas por la corrupción. El Vaticano también se ha visto afectado por la crisis económica global y las donaciones han disminuido considerablemente.

Reforma de la curia. La reforma de la Curia romana (el conjunto de órganos de gobierno del Vaticano) ha sido uno de los grandes fracasos de Benedicto XVI, un papa más intelectual que gestor.

Persecusión de cristianos y amenazas islamistas. Los cristianos sufren persecuciones y amenazas en varios países. El Vaticano está especialmente preocupado por las amenazas islamistas en países como Pakistán o en el Sahel africano. También está en juego el diálogo con el islam, no siempre fluido. Las relaciones con el judaísmo, en cambio, han mejorado mucho en los últimos años.

Medio Oriente. El próximo papa tendrá que tratar la situación de los cristianos en Medio Oriente, donde nació la religión de Jesús. El Vaticano quiere proteger a esta minoría, hostigada en algunos países.

Custiones morales. El matrimonio homosexual, la bioética, el aborto o la eutanasia son temas que preocuparon mucho a Juan Pablo II y Benedicto XVI. Ambos papas consideraban que los valores familiares no son negociables y es muy probable que el próximo papa adopte la misma línea.

Comunicación y cultura. El próximo papa tendrá que continuar el diálogo con los laicos y seguir la modernización de la comunicación de la Iglesia, sobre todo a través de las redes sociales.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas