Los rezagos de una conquista

Los rezagos de una conquista

La seguridad social, sin duda una de las conquistas más importantes para la población, en sus 16 años ha marchado con paso torpe, sin lograr que corran cabeza con cabeza las prestaciones y las necesidades de los asegurados. Para empezar, la cobertura excluye a una alta proporción de la población, incluyendo gente económicamente activa, como los trabajadores informales. Y las limitaciones y regateos en prestación de servicios son un escollo no superado.
A estas alturas, todavía está a medio talle el régimen de atención primaria, que debió iniciarse con la promulgación de la ley. Ese atraso es una de las grandes inconsecuencias, pues la atención primaria resolvería en la etapa elemental de la atención a trastornos de salud que van a parar innecesariamente a las especialidades médicas. Por otra parte, la cobertura en medicamentos alcanza montos decepcionantes.
La indefinición en cuanto a las pensiones es otra de las lagunas de la seguridad social. Los asegurados no tienen certeza de cómo y bajo cuáles circunstancias les serían devueltos los fondos acumulados, que por el momento solo han servido para inflar las ganancias de las AFP. Algunos propugnan como solución una modificación de la ley, cuando en realidad lo que hace falta es un cambio en la voluntad política para contrarrestar los intereses que actúan como retranca de esta conquista social.

Discordancias de políticas públicas

La persistente competencia desleal en el mercado de lácteos es una muestra de discordancia entre políticas públicas. Por un lado, el presidente Danilo Medina acude en ayuda de los pequeños ganaderos, otorgándoles créditos y otras facilidades, y por otro lado la venta de leche en polvo a granel sigue ocasionándole pérdidas a ese sector, sin que prosperen las medidas para contrarrestar la práctica. Y como la plausible política de ayudar a los criadores no se complementa con la persecución de la competencia desleal, los ganaderos no logran salir de sus desbalances y pérdidas.
Definitivamente, en este y muchos otros casos hay que sincronizar de tal manera las políticas, que los resultados sean siempre beneficiosos para el sector protegido y se sancione a los que hacen trampa en el mercado.

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