Los riesgos de  la amnesia

Los riesgos de  la amnesia

La sociedad dominicana pagó un altísimo precio en sangre y daños morales a causa de la tiranía de Rafael Trujillo, eje y cabeza de una maquinaria de terror y envilecimientos. Pero después del 30 de mayo de 1961 en que hombres de extraordinaria valentía pusieron fin a su vida, le fueron sucediendo regímenes que, salvo contada excepción, estuvieron más dispuestos a ocultar la barbarie del sátrapa que en convertir las huellas de su paso por el Estado en imborrable lección  que provocara un alerta permanente contra los enemigos de la libertad. Por ello  resulta tan significativo que en esta fecha quede abierto a la  ciudadanía local y del mundo el Museo de la Resistencia, fruto  agridulce pero  excelso de nobles ciudadanos que han recogido y ordenado imágenes y piezas diversas que testimonian el horror de la larga noche del trujillismo  atroz.

 El fin de la tiranía no nos libró de injusticias y criminalidad política asociadas al poder  pues sobrevivió en el tiempo un   predominio  de elementos claves de los métodos de totalitarismo. Solo se suprimió al ente  vivo de extraordinaria capacidad para concentrar y ejercer las peores formas de gobernar. Quienes todavía defienden y tratan de justificar el trujillismo no suelen tener  calidad moral  para hablar. Sus sistemáticas y ofensivas apariciones merecen el más firme rechazo. Constituyen espectros de un pasado doloroso que debe quedar atrás para siempre.

Una alarma muy justificada

La más mínima indisposición gastro- intestinal  enciende la preocupación de centenares de personas de distintos sexos y edades. El miedo a la bacteria del cólera se palpa, sobre todo  en barrios estragados por la miseria. Mucha  gente corre a los hospitales. En un número creciente de casos resulta que padecen esta  enfermedad; en muchos otros la diarrea tiene  otras causas. Pero si el país no estuviera sobre ascuas y  no se alarmaran los moradores de barrios miserables que están sin sanear, sin agua potable ni alcantarillados que ha debido proveer el Estado, la guadaña del cólera segará vidas  silenciosamente en  mayor medida.

El revuelo mediático es un instrumento de protección de la sociedad. Las autoridades -obligadas a dar información fiel y completa sobre lo que está pasando- deben celebrarlo, tomando en cuenta que ellas mismas han dicho varias veces que todavía falta lo peor en ese ámbito.

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