Una de las discusiones que la pandemia de covid-19 ha puesto sobre la mesa es cuáles son los fármacos para tratar y curar la enfermedad.
Uno de los medicamentos que se está estudiando como posible remedio es la hidroxicloroquina.
Se trata de un inmunomodulador que se ha usado desde hace décadas para el tratamiento de la malaria.
También es usado para tratar el lupus y la artritis severa.
Suele ser llamado con el nombre de su compuesto base, la cloroquina, pero esta y la hidroxicloroquina tienen composiciones químicas y usos médicos que no son exactamente los mismos.
Aunque la hidroxicloroquina se ha sometido a algunos estudios en el contexto del brote de coronavirus, hasta ahora «no hay evidencia de buena calidad» que demuestre que sea eficaz contra el covid-19, advierte la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en un reporte del 6 de abril.
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Hasta que no haya pruebas contundentes, la OPS pide a los gobiernos nacionales prevenir la automedicación, pues «el uso de cloroquina o hidroxicloroquina sin seguir las directrices y las recomendaciones vigentes puede tener efectos adversos, entre ellos una enfermedad grave y la muerte».
¿Cuáles pueden ser estos efectos adversos de este medicamento que el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha señalado como una posible cura para el coronavirus en varias ocasiones?
Efectos secundarios
Entre los efectos secundarios indeseados que la hidroxicloroquina suele causar en algunos pacientes que la toman para curar otras enfermedades se encuentran el dolor de cabeza (cefalea), mareos, pérdida del apetito, malestar estomacal, diarrea o dolor de estómago, vómitos y sarpullido (erupciones en la piel), indica la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU. dicen que la hidroxicloroquina es un medicamento relativamente bien tolerado y que los pacientes de malaria pueden reducir efectos secundarios como los anteriores al ingerir el fármaco acompañado de alguna comida.
Sin embargo, varios expertos alertan de otros efectos que pueden resultar más letales.
Problemas cardíacos
La Clínica Mayo, de EE.UU., advierte en un comunicado del 25 de marzo que los antimaláricos hidroxicloroquina y cloroquina así como los medicamentos contra el VIH lopinavir y ritonavir «tienen un riesgo conocido o posible de arritmias ventriculares y muerte súbita cardíaca».
A nivel celular, algunos medicamentos como la hidroxicloroquina, explica la clínica, «bloquean uno de los canales críticos de potasio que controlan el sistema de recarga eléctrica del corazón».
«Esta interferencia aumenta la posibilidad de que el ritmo cardíaco pueda degenerar en latidos cardíacos erráticos peligrosos, resultando en una muerte cardíaca súbita», dice.
La clínica recomienda monitorear con electrocardiogramas (ECG) a los pacientes que reciban tratamiento con estos fármacos.
En su reporte del 6 de abril, la OPS también informa sobre pacientes que sufrieron problemas cardiacos mientras consumían hidroxicloroquina para tratar otras enfermedades.
Pacientes con covid-19
El Centro Hospitalario Universitario (CHU) de Niza, Francia, tuvo que suspender unas pruebas con hidroxicloroquina y azitromicina (compuesto con el que suele combinarse) en una paciente de covid-19 que sufrió complicaciones cardíacas después de tomar ambos medicamentos, según dijo el doctor Émile Ferrari, cardiólogo del CHU al periódico Nice-Matin el 7 de abril.
«Cuando la hidroxicloroquina se administra sola, el riesgo cardiaco es muy bajo. Pero la azitromicina que se prescribe en combinación con la hidroxicloroquina contra el covid-19 también propicia estas anomalías», dijo el médico.
«El riesgo cardiológico se potencia, con mayor razón, si hay otros medicamentos asociados que tienen el mismo efecto indeseable, si la oxigenación de la sangre no se realiza bien o si el potasio en la sangre es bajo», añadió.
«Si se prescriben estos medicamentos, deben monitorearse con electrocardiogramas», señaló.