La toxoplasmosis es una infección parasitaria que al afectar a la mujer embarazada podría peligrar la vida de su bebé no nato. Sin embargo, a pesar de esto, con solo tomar en cuenta algunas medidas, la mujer puede reducir el riesgo de infección.
Cuando una mujer contrae toxoplasmosis por primera vez durante su embarazo tiene un 40% de probabilidades de trasmitir la infección al feto, según explica la doctora Iris Zapata, coordinadora del programa Educación Prenatal, del Hospital General Marcelino Vélez.
Sin embargo, el riesgo y la gravedad de la enfermedad del bebé depende de la etapa de gestación en que se encuentre.
Los estudios sugieren que cuando se contrae la infección en el primer trimestre del embarazo el 15% de los fetos resulta infectado, mientras que cuando se sucede el segundo trimestre la cifra es de 30%, en tanto el tercero es de 65%, revela la doctora Zapata en la edición trimestral de la revista Salud Moderna, órgano de difusión oficial del citado Hospital.
Causas
Esta enfermedad es causada por un parásito llamado Toxoplasma gondii. La manera más común de contraer el parásito es mediante la exposición a excrementos de gatos o la ingesta de carnes crudas o poco cocidas.
También puede ser a través de la leche de cabra sin hervir, los huevos crudos y los insectos como las moscas y las cucarachas que hayan estado en contacto con heces de gato.
El gato contrae esta enfermedad al comer un roedor o ave infectada, así el parásito se reproduce en el intestino del gato y este la transmite por las heces.
Riesgos
Esta enfermedad es transmitida al feto a través de la sangre. Cuando es contraída durante el embarazo puede provocar un aborto espontáneo o el nacimiento sin vida del bebé.
Algunos pueden morir al nacer, mientras que los sobrevivientes pueden sufrir infecciones en los ojos, en el hígado y en el bazo.
También pueden tener dolencias más severas como retraso mental, parálisis cerebral, ataques de apoplejía, y otras series de trastornos, asegura la publicación.
Para evitarla
Se puede prevenir evitando comer carne sin cocerla bien y manipular o ingerir las heces de gato que tenga contacto con ratones o ratas u otros animales que permanezcan infectados.
Recomendaciones
Lo principal es evitar las fuentes de contagio conocidas. Por eso, no vacíe la caja de heces del gato.
No alimente su gato con carnes crudas o poco cocidas, no coma usted carnes crudas o poco cocidas. Si hace contacto con carne cruda, lávese las manos inmediatamente con jabón. Nunca se toque los ojos, la nariz o la boca con las manos si usted cree que están contaminadas. Lave todas las frutas y verduras antes de comerlas.