Los ríos  descontrolados y  desconocidos

Los ríos  descontrolados y  desconocidos

A raíz de la celebración de los 50 años de graduados, los ingenieros y arquitectos de la promoción de 1961 de la universidad de Santo Domingo  celebraron una serie de actos en los que   ocupó la primacía la conferencia magistral que ofreció el ingeniero Emilio Peralta Zouain en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, en el marco de la cátedra del programa dedicado a la memoria del ingeniero Leonte Bernard Vásquez.

Allí,  el ingeniero Peralta planteó y describió la realidad  de que en el país se desconoce el comportamiento de los ríos y arroyos.

 Y es que en esa conferencia, el ingeniero Peralta lanzó un llamado desesperado para ver si las autoridades o entes responsables nacionales  vuelven la atención al problema hídrico nacional, que está alejado de sus múltiples ocupaciones muchas de ellas más lucrativas y estimulantes. Por eso, nadie toma en cuenta si un río ya no posee los sistemas de medición de caudales que una vez existieron.

 Ahora casi todos desaparecieron por descuido,  abandono,  robo o desidia, ya que no es lucrativo colocar en el lecho de un río o arroyo una mira metálica  o de madera   que permita conocer  sus caudales en todo momento.

 La información, que se ofreció en la conferencia, es preocupante,  ya que ningún río o arroyo  está siendo aforado correctamente, pues todos los sistemas telemétricos, o rudimentarios de una simple regla,  o mira de madera desaparecieron por destrucción en muchos de los cuales se invirtieron grandes sumas de dinero para que tales equipos operaran correctamente.

En consecuencia, el conocimiento del caudal de los cursos de agua es ahora algo empírico, o a ojo de buen cubero, algunos técnicos por experiencia  pueden acertar  del caudal de agua que va al embalse de las presas.

 Incluso se destacó que los sistemas telemétricos de medición de la presa de Tavera, instalados  para conocer permanentemente  sus condiciones  y prevenir cualquier falla que pudiera representar un peligro para la gran población del Cibao Central y en especial  a la ciudad de Santiago, están en desuso por vejez, descuido en su mantenimiento  y poco interés de las autoridades en reponerlos al tener que invertir en algo que ellas pudieran considerar secundario y de escasos beneficios.

Imaginémonos que, al no disponer de esos equipos operativos, ocurriera un terremoto junto a  una gran creciente del río Yaque del Norte que desbordara la presa, se provocaría una tragedia descomunal  que es mejor ni dejarla escrita.

Y es que la región, y la ciudad más rica del Cibao, desaparecería con las consecuencias trágicas, ya que nadie se ocupó de darle mantenimiento a unos sistemas de medición que no se instalaron para adornos  o dejarlos  abandonados  por autoridades indolentes.

 La preocupación del ingeniero Millo Peralta  es válida, ya que él ha sido un abanderado  de los proyectos de manejo de cuencas del Plan Sierra,  cuya implementación le ha permitido alcanzar un éxito extraordinario  con una notable repoblación forestal y aprovechamiento para la laboriosa población que vive en esa hermosa parte de la sierra, refugio de personalidades para el descanso y la salud y que ahora, poco a poco, gracias a los planes de manejo correcto de cuencas, se le ha retornado esa vigorosa vitalidad para promover la convivencia humana y del medio ambiente.

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