Los ríos no se reforestan

Los ríos no se reforestan

JOSÉ ENRIQUE BÁEZ UREÑA
Es muy común escuchar en la gran mayoría de los ciudadanos inquietos y preocupados por la suerte del presente y el futuro de nuestras fuentes acuíferas la expresión de «hay que reforestar los ríos»; «los ríos están deforestados»; «es urgente una campaña nacional para la reforestación de nuestros ríos»; «nosotros queremos reforestar el río tal», etc., etc..

Y resulta, que movidos por esta errada percepción llegamos a creer que plantando arbolitos en plena orilla del río en cuestión; en el cause de este  en ocasión, y en la parte baja de su curso, creemos que estamos aportando a la recuperación de su caudal de agua. Y no es así.

Es oportuno edificar técnicamente a nuestro pueblo en el sentido de que los ríos no se reforestan.

Un río se puede reencausar, a partir de técnicas y métodos que nos proporcionan la ingeniería hidráulica y la ingeniería civil.

Podemos hablar de la restauración del cause de un río.

También se puede hablar de repoblar un río; pero en este caso no con el uso de árboles, sino con el uso de peces (alevines) u otras especies animales y hasta vegetales, que pudieran introducirse en determinadas circunstancias y en función de un objetivo o necesidad en particular.

Entonces, cuando el tema del agua nos preocupe y nos ocupe por lo vital que es para todos los seres vivos, debemos enfocar nuestros aportes hacia la protección de nuestros ríos, lagos, humedales, manantiales y fuentes acuíferas en general a partir del manejo integral y sostenible de toda su cuenca y/o del  área de captación de su caudal.

Entonces, ¿basta con proteger y manejar de manera integral y con criterios de sostenibilidad todas nuestras cuencas hidrográficas para salvar nuestros ríos!!?

Si partimos de un plan de ordenamiento territorial y aseguramos un manejo permanente de nuestras cuencas hidrográficas bajo los criterios antes señalados podríamos garantizar la regeneración natural de la vegetación original, y en este caso de la reforestación se encargaría la propia naturaleza,  sin la intervención directa del ser humano, y solo a través de las aves, los animales, el viento y la lluvia. Logrado esto, los ríos podrían aumentar significativamente sus caudales de agua y la permanencia de los mismos en el tiempo.

Es importante destacar sin embargo, que aunque los ríos no se reforestan, podemos reforestar las cuencas de los ríos y es oportuno subrayar aquí, que lo más importante en este caso es reforestar la cuenca alta y media de los mismos, o sea, las zonas montañosas en donde  estos se originan y en donde se forman las cañadas, arroyos y riachuelos que van a sumar sus hilos de agua a los principales cuerpos de agua que distribuyen el preciado líquido por todo nuestro territorio.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas