La proliferación de robos en sus distintas manifestaciones, el tráfico y consumo de drogas y la violencia intrafamiliar son un verdadero dolor de cabeza para la Fiscalía de la provincia de Santo Domingo, la que hace esfuerzos para enfrentar esos problemas con valentía y responsabilidad, a pesar de sus limitaciones económica y de espacio físico.

Las querellas por violación sexual, violencia intrafamiliar y robos son el pan de cada día, tanto en la oficina principal de la Procuraduría Fiscal como en las distintas fiscalías barriales, mientras que diariamente las autoridades judiciales incursionan  hasta en  30 puntos de venta de drogas.

El departamento de Familia de la Fiscalía recibió desde enero hasta el 16 de diciembre pasado 4,385 querellas, de las cuales 1,752 fueron por abuso sexual, y 181  por violación a la Ley 50-88,  dando como resultado 109 condenas.

Por homicidios se conocieron 89 casos, con 65 condenas, y por robos 76 casos, con 54 condenas.

Diariamente se reciben miles de querellas pero la mayoría se concilian entre las partes.

El fiscal de la provincia de Santo Domingo, doctor Perfecto Acosta, dijo que la violencia y la criminalidad es un problema generalizado en el país, pero “nosotros podríamos decir que en la provincia de Santo Domingo, con todas las dificultades, problemas y limitaciones en sentido general, se mantiene el control de la situación. En cualquier lugar puede ocurrir un hecho violento, pero generalmente no han sonado en la provincia como en otros lugares del país ni la frecuencia ha sido la misma”.

Consideró que con relación a otros tiempos, los problemas de violencia, delincuencia y la criminalidad  han disminuido. “Hay otras provincias donde ese índice ha crecido considerablemente, mientras que aquí se mantiene prácticamente estable, aunque esto no quiere decir que no ocurran algunos hechos porque esta provincia es muy grande. La situación aquí está controlada”.

En una entrevista exclusiva concedida a periodistas de Hoy en su despacho, Acosta dijo, sin embargo, que todavía hay mucha violencia intrafamiliar, por lo que hay que trabajar mucho con la familia para contrarrestar este problema.

“La única forma de combatir este problema es trabajando en la familia y la educación integral de la niñez y la juventud”.

“La desintegración de los hogares, así como la irresponsabilidad de los padres son principalmente la causa de la violencia que afecta no solo a los habitantes en la provincia de Santo Domingo, sino al país. Aquí hay que trabajar en eso”, dijo el doctor Acosta.

Puso como ejemplo que un padre que no tenga la capacidad de mandar sus hijos a estudiar a la escuela y educarlos no puede tener tantos muchachos, ya que no tendrá forma de evitar que algunos caigan en la delincuencia.

Expedientes

Acosta afirmó que el caso más trascendente que tiene pendiente la Fiscalía es el de Ángel Christopher Martínez, aunque hay otros casos que no dejan de ser importantes pero que no han trascendido tanto. “Usted sabe que no se pueden fabricar pruebas, cuando no hay elementos de pruebas suficientes para presentar una acusación y para presentar una persona ante la justicia no se puede hacer nada, porque lo van a descargar en los tribunales”. 

“A veces hay casos que no se resuelven de inmediato, y un ejemplo de esto fue el hecho ocurrido en el sector Los Mina donde varios atracadores mataron una pareja de esposos que iban en un vehículo con sus hijos, pero a principios de este mes el último de los implicados en el caso fue apresado. Los que cometieron ese horrendo crimen están presos y van a pagar sus culpa”, dijo.

Aseguró que en los tribunales de Santo Domingo se producen muchas sentencias condenatorias en materia de narcotráfico y se decomisa  drogas en los diferentes barrios de los municipios de la provincia.

Zoom

Las drogas

El fiscal Perfecto Acosta indicó que los casos que más se conocen en la justicia son por consumo y tráfico de drogas, así como por robos en la calle y violaciones sexuales, pero “esos problemas lo estamos enfrentando con decisión y firmeza, y señaló que la implementación de las fiscalías barriales o comunitarias  ha jugado un rol importante porque ha contribuido con la disminución de la violencia, la delincuencia y la criminalidad debido a que se conocen muchos casos con prontitud.