Los sabrosos frutos secos se apoderan de la cocina navideña

Los sabrosos frutos secos se apoderan de la cocina navideña

Los frutos secos por sí solos son ¡ricos!, y qué decir cuando se utilizan en la cocina, algo especialmente  frecuente en la dieta mediterránea, cultura gastronómica en la que éstos tienen gran supremacía. Realmente son deliciosos: almendras, higos, maní, nueces, avellanas, dátiles, pasas… tanto solos como acompañados, ya sea en ensaladas, arroces, pastas o postres son un verdadero deleite al paladar.

En la maravillosa dieta mediterránea los frutos secos jamás están ausentes. Son utilizados básicamente en la repostería y en la elaboración  de turrones y dulces navideños. 

Así, en la tradición catalana, generalmente en las sobremesas familiares  y con invitados  suelen halagar su paladar con el  típico “postre de músico” que consiste  en  almendras, avellanas y nueces, servidas con una copita de vino dulce. Pero también son  un recurso muy utilizado en la elaboración de recetas  saladas, tales como salsas: con la mezcla de  piñones, almendras y avellanas,   forman  las típicas salsas romesco y pesto.

En el país, dada la globalización de culturas gastronómicas, los frutos secos tienen hoy mucha acogida;  se utilizan en ensaladas, para la elaboración de arroces navideños y otras recetas más, aunque su mayor consumo es al natural,  dado su alto valor nutricional y sus aportes a la  salud.

Propiedades organolépticas de los frutos secos.  Su utilidad  en gastronomía permite que sea un recurso habitual en la cocina tradicional, especialmente en las comidas “festivas”.

Estos frutos  secos son muy utilizados en  aperitivos, desde canapés, ya sea combinándolos con una pasta de queso o de paté, o en una  tabla de quesos acompañada por nueces, almendras y avellanas, lo que constituye  un bocado súper sabroso; también    acompañan   diversos tipos de pan y vino.

En las ensaladas, además de sabor, aportan un toque  crujiente muy atractivo. Una ensalada con queso de cabra, vinagreta de miel, acompañada de nueces integra los sabores naturales del mediterráneo.

En sentido general, los frutos secos suelen añadirse a las recetas al final en pequeñas cantidades, preferiblemente tostados,  ya que así se realzan más los sabores.

Recetas

Ensalada tesoro de Babilonia

5 1/4 onzas líquidas de zumo de naranja

5 1/4 onzas líquidas de salsa de vino de frambuesas

5 1/4 onzas líquidas de aceite de oliva extra virgen

2 onzas de almendras rebanadas,

2 onzas de nueces

2 onzas de pasas de uva

4 onzas  de grosellas

3/4 de onza de trigo orgánico

Una cucharadita de sémola 

2 onzas de arándanos secos

Sal

Pimienta a gusto

Elaboración.  Cocina la sémola con 3 onzas de jugo de naranja y luego combina el resto de los ingredientes.

Calabacines con almendras

2 libras  de calabacines amarillos, pelados, sin semillas y cortados en rebanadas

6 onzas líquidas de jarabe orgánico

Media onza de melaza

Una pizca de canela en polvo

Una pizca de nuez moscada en polvo

1 taza de caldo de vegetales

2 tazas de agua

3 tazas de almendras rebanadas.

Preparación.  Coloque los calabacines en una bandeja y cúbralos con mantequilla. Revuelva el jarabe, la melaza, la canela, la nuez, el caldo y el agua. Ponga la mitad de esta mezcla sobre los calabacines y cubra todo con papel de aluminio. Hornee a 375 grados durante 30 ó 35 minutos. Quita el papel y ponga el resto de la salsa. Rocíe las almendras sobre los calabacines y hornéelos unos diez minutos adicionales hasta que se doren.

Su mayor  consumo

Otoño- invierno

Tradicionalmente, los  frutos secos tienen  cierta temporada de consumo, específicamente en el caso de la nuez;  el 85% de su  consumo anual se concentra en los  meses de noviembre y diciembre;  tradicionalmente crece durante las festividades navideñas.

Sin embargo, últimamente se ha  observado una tendencia al aumento de  su consumo durante el resto del año, por la inclusión de los frutos secos  en la dieta diaria, quizá en reconocimiento a  sus efectos  beneficiosos para la salud cardiovascular.

Los frutos secos se consumen desde  la antigüedad. Son uno de los grupos de alimentos más completos, pues aportan energía, proteínas, vitaminas, fibra y grasas saludables.

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