Lejos de ser transparente, el sector público está lleno de secretos y ocultamientos. Es una situación comprobada por personas, entidades cívicas y organismos oficiales. Participación Ciudadana, por medio de un monitoreo, ha comprobado que los portales de Internet de las instituciones públicas omiten detalles sobre  nóminas de personal, adjudicaciones de obras y otros actos que comprometen dineros del erario. Observa que se procede con secretismo, a pesar de que hay mandatos  formales para que se actúe con transparencia, como es  la Ley 200-04, de Derecho de Acceso a la Información Pública y actos de  las Cumbres de las Américas  2006-2008.

De otro lado, la Cámara de Cuentas sostiene que en el 2008 el Gobierno violó los principios de exactitud presupuestaria y esto dificulta una medición eficaz del gasto público. Este mismo organismo ha tenido que conminar a los ayuntamientos para que rindan informes sobre sus ejecuciones presupuestarias. El domingo 5 de este mes publicamos las comprobaciones que hiciera el ciudadano Allan Martínez, en el sentido de que, según su medición, un 50% de las entidades públicas niega acceso a detalles de sus nóminas de personal a quienes lo soliciten. En fin, que en vez de hacerse más transparente, el sector público se esfuerza por ser un coto cerrado que le escamotea a los ciudadanos información a la que tiene pleno derecho.

El limbo de los casos espinosos

La investigación del asesinato del técnico de aviación Angel Christopher Martínez, cometido hace ya tres años, está, a juzgar por lo poco que dicen las autoridades, en un limbo muy parecido al que ha estancado otras investigaciones de casos espinosos. Hay otros casos estremecedores en los que se avanzó hasta un punto, y no más, a pesar de que en su momento las autoridades prometieron llegar hasta el fondo de la trama sin medir consecuencias.

El caso del atraco a una unidad transportadora de valores de la firma Vimenca, por ejemplo, es otro expediente que parece haber quedado en el limbo, a pesar de que alguna vez la autoridad policial dijo tener el caso “resuelto”. La sociedad se aterroriza con crímenes tan horrendos como el asesinato de Christopher  o el asalto, y cuando las investigaciones de casos de esa envergadura quedan en el limbo, entonces la sensación de debilidad e indefensión se ahonda en la sociedad.