Los sepultureros del reformismo

Los sepultureros del reformismo

FABIO R. HERRERA-MINIÑO
El triste espectáculo que han querido montar los dirigentes del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), en la búsqueda de alianzas con los dos partidos mayoritarios, que en el pasado fueron grandes contradictores del líder reformista cuando estaba ejerciendo el poder, presenta ante el país de como las ambiciones de los partidos tiran por tierra los ideales, programas y aspiraciones de un partido, que por muchos años, tuvo a la masa silente a su lado.

La actual cúpula del reformismo, quiere arrollar a los demás dirigentes, e ignorando el sentir de las bases, busca a como dé lugar alianzas con el PLD o el PRD, que solo se traducen como la búsqueda de puestos y beneficios que le retribuyan tanto tiempo fuera del poder, y a la vez, seguirle los pasos de los otros dirigentes que ya están disfrutando de las mieles del poder y no les ha ido tan mal.

Cuando se creía que los reformistas podrían repuntar, después de su desastrosa participación en las elecciones presidenciales del 2004, al obtener un bajo porcentaje que no superó el 10%, han sucumbido a sus necesidades de buscar el poder como comparsa, ya sea en el legislativo, el ejecutivo e incluso el municipal. De esa forma esperan superar las estrecheces en que han vivido la mayoría de ellos desde 1996, cuando en vida del doctor Balaguer éste no demandó cuota del poder que él mismo le había otorgado a quien en aquel momento fue electo presidente de la República por el PLD.

Los reformistas habían “guisado” por 22 años a la sombra del poder. Fue indudable que así como el país registró elevados índices de crecimiento, por igual ocurrieron severos casos de corrupción que estimuló el nacimiento de fortunas que luego fueron imitadas y superadas por dirigentes perredeístas y peledeístas al tocarle a ellos ejercer el poder en reemplazo del reformismo. Para los reformistas, estar nueve años fuera de poder, es ya una eternidad, y su cúpula dirigencial considera que deben aliarse a quien sea con tal de recibir un premio en la forma de cargos electivos, de nombramientos o de engrosar las subvenciones de las ONGS que pudieran tener algunos de sus dirigentes.

Pero los reformistas, que buscan alianzas, no saben oler en el aire que esas alianzas no están muy al alcance de ellos, ya que no analizan el entusiasmo de las balaceras perredeístas que están caracterizando las reuniones del PRD para señalar los candidatos, que desde ya se podría concluir que ningún perredeísta escogido para un cargo legislativo o municipal cedería graciosamente su posición a un reformista que quizás ni en su partido ha trabajado en favor de lograr su liderazgo a lo interno del PRSC.

Lo mismo se repetiría con los peledeístas, que como se ha visto, entre ellos mismos sostiene una guerra soterrada de aislamiento de ciertos dirigentes, que hasta al mismo presidente se le ve aislado y solitario en la cima del poder, mientras que sus más conspicuos asistentes están más empeñados en ver de como utilizando los recursos del poder podrían arrebatarle al PRD parte de la cuota legislativa y de la municipal e ir consolidando sus planes políticos para las elecciones presidenciales del 2008.

Por lo tanto, los reformistas no tendrían nada que buscar con el PLD al menos que se conformen con aceptar cargos botellas en la administración ya que el PLD la ha inundado a todos los estamentos de cargos supernumerarios, en que nada los favorece cuando hablan de austeridad y que su reforma fiscal, no era para aumentar impuestos, pero no se atreven ser coherentes para tocar su hipertrofiada maquinaria burocrática, donde se destaca el daño que le han ocasionado al cuerpo diplomático y consular por la diarrea de nombramientos sin ton ni son para complacer y pagar favores y adhesiones coyunturales.

Las bases reformistas, de lo que queda del mismo, se oponen a ser llevados a un matadero electoral, en base a alianzas que sus dirigentes buscan a como dé lugar, como forma de no sucumbir políticamente y mantenerse cerca a donde guisan, sin saber que esa masa silente, que tantos triunfos les dio en el pasado, ya están desilusionadas por políticos que ni siquiera han podido calzarse los zapatos del doctor Balaguer, ni mucho menos exhibir algo de la habilidad política que caracterizaba en todas las circunstancias al fenecido líder. En su ceguera de buscar alianzas con partidos que ya tienen muchos compromisos, los reformistas no se dan cuenta que están cavando su tumba y en la misma enterrarán para siempre al PRSC, que así llegaría a su final, tres años después de la muerte del doctor Balaguer.

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