San Juan.- Los sindicatos puertorriqueños rechazaron hoy el proyecto de reforma laboral con el que el Gobierno de Ricardo Rosselló pretender estimular la creación de empleo por entender que deteriorará la condiciones de trabajo y perjudicará al conjunto de la economía.
El rechazo a la iniciativa llega después de que el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, quien asumió el poder la semana pasada, enviara el lunes al Legislativo el proyecto para la Ley de Transformación y Flexibilidad Laboral.
La iniciativa cuenta con el apoyo de la patronal y está concebida para flexibilizar las condiciones laborales y hacer más atractiva la isla a las empresas extranjeras.
El presidente de la Central Puertorriqueña de Trabajadores, Pedro Maymí, señaló que el proyecto, si llega a convertirse en ley, supondrá la eliminación de derechos laborales adquiridos, lo que en ningún caso facilitará la creación de más empleo, que es el teórico objetivo de la iniciativa.
“Es un intento de eliminar los beneficios y premiar a los patronos”, dijo el líder sindical, tras recordar que los países que cuentan con mejores condiciones laborales -lo contrario de lo que provocará el proyecto, según su opinión- son los que disponen de mayor competitividad y prosperidad. El presidente de la Federación Central de Trabajadores (FCT), Andrés Lloret, afirmó que la iniciativa afectará a los derechos de los trabajadores, por lo que seguirá el desarrollo del asunto muy de cerca.
La postura de los sindicatos fue respaldada por el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), cuya copresidenta, Wilma Reverón, apuntó que el objetivo real del proyecto es crear un ambiente favorable para que las empresas se enriquezcan a costas de los trabajadores.
Mencionó que el proyecto tiene como fin flexibilizar los horarios para evitar el pago de horas extras, aumentar el periodo en que los trabajadores tienen contratos de prueba, reducir el periodo de vacaciones y bajar la cuantía de la paga extra navideña.
Rosselló dijo al presentar el proyecto que el objetivo de la iniciativa es la creación de empleos, algo que hasta ahora, en su opinión, no era fácil debido a unas condiciones laborales que desincentivan a las empresas a instalarse en la isla.
El gobernador matizó que los cambios en la normativa laboral no afectarán a los trabajadores con contratos en vigor, sino que están dirigidos a las personas que se incorporen al mercado laboral tras la aprobación de la norma. También dejó claro que el salario mínimo federal no se modificará, por entender que supondría un obstáculo para el desarrollo económico.
El proyecto de Rosselló cuenta con el respaldo de la Coalición del Sector Privado, entidad que defiende los intereses de la patronal puertorriqueña. La iniciativa, que de aprobarse enmendará parte de la actual legislación laboral, incluye medidas como reducir la paga extraordinaria de Navidad, que pasaría del actual 3 % al 2 % del salario anual devengado.
Otra de las medidas pretende que los nuevos contratados acumulen vacaciones a razón de un día y un cuarto de día por mes trabajado, mientras que el permiso por enfermedad será ahora de un día por mes, a condición de que el empleado trabaje no menos 115 horas por mes.
El proyecto establece, tras un acuerdo entre las partes, que los empleados adelanten o retrasen la hora de entrada al trabajo, flexibilidad que se da también para el tiempo dedicado al almuerzo. Aumentan además las horas que podrán trabajar los empleados contratados a tiempo parcial, que pasan de 115 a 130 horas mensuales.
Las mujeres empleadas a tiempo parcial pasarán a quedar cobijadas bajo la Ley para Reglamentar el Periodo de Lactancia, que da una hora diaria para ese fin. Rosselló no quiso dar una estimación de cuántos puestos de trabajo cree que se crearán si finalmente se aprueba la norma.