BEIRUT. AP. Tras matar a casi 100 personas en dos días, las fuerzas sirias intensificaron ayer martes su asedio a la ciudad de Hama, donde ocuparon posiciones cerca de viviendas y causaron la huida de numerosos residentes. 

El incremento de la represión contra las movilizaciones antigubernamentales suscitó protestas internacionales y nuevas sanciones de la Unión Europea a miembros del régimen del presidente Bashar Assad.

El martes, Italia llamó a consultas a su embajador en Damasco y mencionó la “horrible represión” contra los ciudadanos sirios.

El presidente estadounidense Barack Obama describió como “horripilantes” los hechos de violencia más recientes, y el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, almirante Mike Mullen, indicó que Washington desea presionar al régimen de Siria. Sin embargo, Mullen dijo que no había perspectivas inmediatas de una intervención militar como la emprendida en Libia.

“No hay en absoluto indicio alguno de que los estadounidenses tendremos una participación directa en este asunto”, agregó.  

A pesar de la intensificación de los ataques contra los inconformes, la revuelta que comenzó en marzo al parecer ha adquirido más impulso, incluso durante el mes sagrado islámico del Ramadán que comenzó el lunes con ayunos diarios hasta el atardecer.  

Las operaciones militares más recientes parecen tener como propósito impedir que las protestas devengan en mayores movilizaciones durante el Ramadán.

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A las calles

Diversas partes del país fueron el lunes por la noche escenario de protestas, cuando cientos de personas salieron a las calles en ciudades como Homs, Latakia, suburbios de Damasco y la ciudad oriental de Deir el-Zour.   Hubo protestas dispersas en Hama, pero la caída de obuses mantuvo a la mayoría de la gente dentro de sus casas.