MÉXICO (EFE).- La unidad familiar compuesta por hijos solteros que deciden vivir con sus padres en lugar de casarse o establecerse por su cuenta se consolida como modelo de convivencia en la sociedad mexicana, afirmó una experta.

La psicóloga Olivia Tena explora las características de esta unidad de convivencia en su reciente trabajo: “Cuando los hijos se quedan”.

Tena defiende este modelo como alternativa a la vida en pareja “siempre que se elija de forma voluntaria y no haya de adoptarse por obligación”.

“El modelo lo conforman en su mayoría mujeres solteras que viven con sus madres, atadas por lazos afectivos; los hombres que deciden quedarse en el hogar paterno lo suelen hacer obligados por motivos económicos”, dijo la psicóloga a EFE.

La actitud de los padres hacia la permanencia de los hijos en el hogar familiar difiere respecto a si se trata de varones o hembras.

Con los hombres se emplean más estrategias para intentar que se queden, ya que son más propensos a establecerse de forma independiente, mientras que a las mujeres sin pareja se les considera más proclives a permanecer en el hogar familiar.

   Los conflictos más frecuentes en el seno de esta forma de vida familiar son la sobreprotección por parte de los padres y la rivalidad por la jefatura de la unidad familiar.

   La consolidación de esta unidad familiar bebe de las transformaciones sociales y económicas que atraviesa la sociedad mexicana, tales como el envejecimiento de la población y el desmantelamiento del estado de bienestar.

   “Existe una imagen que identifica la soltería, sobre todo en la mujer, con una situación de independencia buscada, alta capacidad adquisitiva y realización profesional, pero no es la que retrata a la mayoría”, dijo la especialista.

   Tena destacó aquí el estereotipo de triunfadora profesional importado del mundo anglosajón y que corresponde sobre todo a las áreas de la empresa y la política.