Los sombis

Los sombis

Nos libramos de una reelección por un tercer período consecutivo que pudo haber sido el jaque mate de la democracia dominicana. Tal cual está ocurriendo en Nicaragua, donde Daniel Ortega asume un segundo mandato consecutivo de 5 años, (después de gobernar por 10 años con el sandinismo), donde todos los estamentos del Estado están bajo su control absoluto. Si intentara reelegirse nuevamente en el 2016, se mantendría en el poder hasta que se muera o lo tumben con una revuelta popular.

Es la tendencia del continuismo, que degenera por lo regular en totalitarismo, la cual se sustenta en la conversión de muchos ciudadanos en zombis del clientelismo político, que viven a expensas de las dádivas del Estado, de las nominillas misericordiosas o que pululan en las calles pidiendo limosnas a cambio de un “E pa´lante que vamos”.

Nosotros ya tenemos una población de zombis que iguala a la que trabaja y produce, con una democracia que está seriamente amenazada por la ambición de poder de Leonel Fernández. 

A ello se suman aquellos empresarios que son privilegiados por ese poder, amarrando los grandes negocios del Gobierno a cambio de coimas y otros beneficios colaterales que convierten a muchos funcionarios públicos en grandes millonarios de la noche a la mañana. 

Por el lado de los medios de comunicación el problema no existe, ya que Leonel y su partido han logrado, sin matar a periodistas ni violar abiertamente la libertad de prensa, tener bajo su control la noticia. Y todo a base de mucho dinero y chantaje. Pero no faltan las presiones y amenazas por debajo de la mesa, ya que cuando han querido cerrar medios o desplazar a sus directores, solo basta que desde el Palacio se baje una línea y todo resuelto. Pueden llegar hasta el crimen sin que nunca se descubra la mano del gobierno.

Pero si nos libramos de esa tercera reelección, no nos libramos de la concentración de poder que tiene Leonel Fernández al mejor estilo nicaragüense. Solo faltaría que su candidato, Danilo Medina, ganara las elecciones para acercarnos a esa dictadura de partido que llevaría de nuevo a Fernández al poder en el 2016 para permanecer en él por tiempo indefinido. O sea, que el peligro aún existe y la partida podría terminar en otro jaque mate.

Hay varios países en América Latina donde la democracia corre serios peligros de desaparecer o de hecho está desapareciendo. Aparte de Nicaragua está Venezuela, donde los zombis sobrepasan el 60% de la población gracias al petróleo, lo que le garantiza a Chávez perpetuarse en el poder hasta que se muera o lo tumben. 

En Venezuela la prensa independiente que no se vendió, fue cerrada y con ello se cerró la voz de la verdad. 

En otros países como Ecuador y Bolivia se trata de hacer lo mismo, creando así un club de gobernantes que usan los recursos del Estado, sin escrúpulos ni obstáculos legales, para perpetuarse en el poder, aplastando todo tipo de oposición. 

En este juego, unos líderes son más hábiles, más corruptos y más depredadores que otros y usan métodos diferentes para conseguir sus objetivos, pero todos persiguen lo mismo. 

¿Donde están las democracias mejor posicionadas de la región? En Chile, Brasil, Perú, Costa Rica, Panamá, El Salvador, México y Colombia y en menor grado en Paraguay, Honduras, Argentina, Guatemala y Haití, dejando de lado a Cuba y el resto del Caribe angloparlante. ¿Por qué Argentina? Porque el peronismo aun sobrevive con fuerza. 

En fin, en Latinoamérica las amenazas a la democracia ya no están en los cuarteles sino en la corrupta oligarquía política. 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas