Los subsidios en los países ricos bloquean la lucha contra la pobreza

Los subsidios en los países ricos bloquean la lucha contra la pobreza

Los países en desarrollo pierdenanualmente más de 40 mil millones de dólares debido al proteccionismo agrícola de las grandes economías y a la inequidad con que se manejan las relaciones económicas en el mundo, de acuerdo a un funcionario del Banco Mundial.

«Cualquier esfuerzo serio para combatir la pobreza extrema, promover el desarrollo en el tercer mundo y compartir los beneficios de la globalización debe empezar con un ataque radical contra los subsidios agrícolas y debe empezar ahora». Con esta lapidaria sentencia, publicada en el diario The New York Times, Alieto Aldo Guadagni, Director Ejecutivo por Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay ante el Banco Mundial, finalizó una conferencia titulada Comercio, desarrollo y pobreza, que brindó ayer en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en Santiago, Chile.

El economista argentino enfatizó sobre el grave daño que están produciendo en los países en desarrollo los subsidios agrícolas que otorgan las naciones industrializadas a su propia producción. Según datos del Banco Mundial, entregados por Guadagni, los subsidios anuales que entregan los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), en especial Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, superan los US$300.000 millones, «es decir, más de seis veces la ayuda directa de los países industrializados a los países pobres», indicó.

De acuerdo con el especialista, un análisis del fenómeno de la pobreza a nivel mundial demuestra que tres de cada cuatro pobres viven en áreas rurales. Por lo tanto, la disminución de la pobreza rural exige un aumento sostenido de la productividad de la agricultura de los países en desarrollo, pero para que esto sea posible es indispensable la apertura de los hoy cerrados mercados agrícolas de los países industrializados.

La existencia de estas inequidades en el sistema de comercio mundial obstaculiza seriamente el crecimiento de las exportaciones de los países en desarrollo. «Una liberalización global y equitativa podría disminuir en más de 300 millones de personas el número de pobres en el mundo», señaló.

Según los datos aportados por Guadagni, el arroz, azúcar, lácteos y carnes son los productos más subsidiados. Estos subsidios deprimen los ingresos de los pobres que producen eficientemente estos bienes en los países en desarrollo. Además, es posible constatar que los bienes que producen los pobres tienen los aranceles más altos.

Por otra parte, hay que considerar también que los países industrializados aplican numerosas barreras no arancelarias (cuotas, licencias, antidumping y requisitos técnicos) que son, en muchos casos, más importantes que los aranceles.

[b]Situación de América Latina[/b]

Guadagni explicó que los países en desarrollo pierden alrededor de US$40.000 millones al año por menos exportaciones, debido al proteccionismo agrícola de los países industrializados. Al analizar por región se observa que América Latina es la más perjudicada.

Asimismo, los países en desarrollo pierden ingresos netos de alrededor de US$24.000 millones al año por las medidas de protección agrícola que imponen las naciones desarrolladas. En este ámbito, una vez más América Latina resulta ser la región más perjudicada a nivel mundial, con una pérdida neta de ingresos de US$8.260 millones al año, indicó Guadagni en su presentación.

[b]La «tragedia» de la cocoa y del azúcar[/b]

La cocoa y el azúcar representan dos ejemplos paradigmáticos de los efectos que producen las políticas inequitativas de los países industrializados, según el experto.

Estados Unidos y la Unión Europea aplican aranceles de 0% a las importaciones de granos de cocoa en crudo, pero hasta 30,6% sobre los productos procesados, tales como la pasta de cocoa y el chocolate. Esto provoca que los países en desarrollo produzcan más del 90% de todos los granos de cocoa, pero menos del 5% de la producción mundial de chocolate.

Por su parte, Alieto Guadagni puntualizó que el azúcar es una de las materias primas más políticamente distorsionadas en el mundo. La Unión Europea, Japón y Estados Unidos otorgan el grueso del apoyo de la OCDE a los productores de azúcar, con US$6.400 millones, los que equivalen aproximadamente a las exportaciones totales de los países en desarrollo.

Altas barreras fronterizas, en combinación con los subsidios, mantienen los precios domésticos en Estados Unidos y la Unión Europea casi dos veces más altos que los precios de mercado mundiales. Esto ha producido que los precios mundiales del azúcar estén hoy por debajo de los costos de producción de los productores más eficientes.

Con la liberalización, señaló Guadagni, la producción agrícola se desplazaría marginalmente desde el norte al sur, y los precios mundiales altamente deprimidos de muchas materias primas aumentarían: 10 20% el algodón, 20 40% los productos lácteos, 10 20% el maní, 33 90% el arroz y 20 40% el azúcar.

Frente a esta situación, el Banco Mundial ha presentado una propuesta arancelaria que fija valores máximos para la agricultura y manufacturas, tanto en los países industrializados como en los en desarrollo. Con esta propuesta, que se aplicaría progresivamente, se calcula que los países en desarrollo obtendrían ganancias de cerca de US$350.000 millones en ingresos adicionales hacia el año 2015.

Alieto Aldo Guadagni, Director Ejecutivo por Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay ante el Banco Mundial.

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