Con las excusas de que algunas autoridades les están ofreciendo a los representativos del suroeste, con relación al inicio de la construcción de la presa de Monte Grande, ha colocado a toda la región en posición de alerta y se sienten más espantados que una guinea tuerta, como dice el popular refrán.
Y no es para menos, el INDRHI, quiso engañar a los suroestanos al anunciar con bombos y platillos, e hizo una ceremonia que reunió a representativos de la zona, para pagar $60 millones de dólares y luego US$20 millones más para el supuesto inicio de trabajos de la presa, cuando ese dinero era para abonar a una deuda vieja que tenía el organismo con la empresa Andrades y Gutiérrez de los trabajos que se están realizando en los vertederos de seguridad de la presa de Sabana Yegua.
Entonces, el INDRHI, para justificar que los trabajos no se han iniciado, alega que la presa no puede construirse hasta que no se concluyan los trabajos del vertedero de Sabana Yegua, ya que se podría afectar el sitio de presa de Monte Grande si el río experimentara una crecida. Y eso, que todas las presas construidas en el país no han tenido aguas arriba obras que las protejan, desde que en 1973 se concluyó la presa de Tavera.
Las excusas tan baladíes de los funcionarios del INDRHI es que ha colocado en alerta a los representantes de la región, en especial el senador y el obispo de Barahona, que en sus temores que no pueden ocultar, se dan cuenta que por algo pretenden paralizar el proyecto, para no darle cumplimiento a la promesa del presidente sureño del rápido inicio de tan importante proyecto.
La presa de Monte Grande ha sido concebida como un proyecto hidráulico de uso múltiple, siendo el principal de regulador de crecidas para la zona de Barahona, y luego, dotar de riego más de 700 mil tareas, que previa desalinización serían muy beneficiosas para la agricultura. También se dotaría de agua a las provincias del suroeste con excepción de Pedernales con un acueducto que tiene una parte construida y se instalaría un pequeño generador para producir unos 9 mil kilos de energía.
Tal como dijera Osiris de León, en un artículo escrito para un medio digital delSuroeste, el sitio se seleccionó después de descartar el original de Quita Coraza, que tiene condiciones geológicas muy inseguras para una presa por el exceso de filtración del terreno. Una presa en Monte Grande, más cercana a la de Sabana Yegua, trabajaría como un contra embalse y permitiría regular en mejores condiciones el agua para el canal Ysura para aumentar su área irrigable.
Parece que el INDRHI aferrardo a su negativa de iniciar los trabajos, quizás por la supuesta falta del financiamiento, que el Congreso había aprobado y se incluyó en el presupuesto del 2013; parte del dinero disponible sirvió para abonarle a los contratistas brasileños a la deuda de los trabajos de Sabana Yegua.
Se requerirá de bajar una línea presidencial para que el suroeste deje de continuar padeciendo por la falta de la presa de Monte Grande, una obra que hasta podría enfrentar con éxito la enigmática subida del nivel de las aguas del Lago Enriquillo.
El lago, de su nivel tradicional de los 44 metros por debajo del nivel del mar, ha subido, en los últimos años, después de la tragedia río Blanco en el 2004 que arrasó con los suburbios de Jimaní, hasta cerca de los 25 metros por debajo del nivel del mar, lo cual significa que todavía hay muchas zonas pobladas muy vulnerables, y en peligro de inundación, que requerirá de una atención permanente de las autoridades, para evitar un cataclismo humano irremediable.