«Cuanto más aptos somos para hacer consciente lo que es inconsciente,
más grande es la cantidad de vida que integramos”.
Carl Gustav Jung.
Llamamos “sueños” a la serie de imágenes o escenas asociadas a distintas sensaciones y sentimientos que recordamos al despertar. A veces, la persona dice que no ha soñado, en realidad, lo que ocurre es que no recuerda sus sueños.
Siempre soñamos, pero solemos preferir la narrativa a la imagen, de manera que cuando no tenemos memoria del relato, descartamos la enorme cantidad de información presente en las imágenes y sensaciones de lo soñado. ¡No lo valoramos!
En un curso de milagros (UCDM), un libro de mensajes canalizados que se ganó la atención de los académicos gracias a que fue revelado a una conocida psiquiatra, se dice que estamos soñando continuamente y que la única diferencia que existe entre los sueños que tenemos cuando dormimos, y los que tenemos cuando estamos despiertos es la forma que estos adoptan.
Para los Auténticos, una tribu de aborígenes australianos, los sueños son la sombra de la realidad. Utilizan a los “evocadores de sueños”, especialistas en hacer preguntas que nos guían hasta recordar lo soñado, para pedirles consejo en cualquier situación. Ellos afirman que si una persona necesita ayuda para comprender el sentido de una relación, un problema de salud o un conflicto de cualquier índole, la respuesta la encontrará en un sueño.
Esta mirada es muy parecida a la que tiene la psicología analítica. Para Jung, los sueños reflejan el trabajo de una pulsión que busca nuestra salud y madurez psicológica. Él creía que el contenido simbólico de un sueño muestra la propuesta de solución del conflicto.
El sueño seria una forma de boceto del camino a recorrer por el soñante en el estado despierto.De este modo, aprender de nuestros sueños equivale a la apertura para comprender la relación entre la conciencia y el inconsciente.
Me encanta el pensamiento de la novelista norteamericana Marsha Normanacerca de los sueños. Ella los ve como ilustraciones sacadas de un libro, que el alma está escribiendo sobre nosotros.
Cuando consentimos a sintonizar la dimensión espiritual, el Espíritu Santo puede obrar en nosotros mientras estamos durmiendo, y puede utilizar los sueños que tenemos para ayudarnos a despertar, que es una manera de activar la consciencia para conocernos a nosotros mismos y de la realidad tal como es.
El despertar de la conciencia es una vía expedita para el cambio interior, y los sueños son grandes maestros que nos instruyen para lograrlo. De un modo general, los investigadores dicen que nuestra constitución psicológica es 3% de Esencia libre, pero adormecida y 97% de Esencia dormida aprisionada en los defectos psicológicos. Como ves, ¡tenemos mucha tarea!
La novelista norteamericana Marsha Normandice poéticamente que los sueños son las ilustraciones sacadas del libro que el alma está escribiendo sobre nosotros.
la invitación es a darle la bienvenida a nuestros sueños, sentir alegría por su manifestación, sorprendernos con lo imaginativos que son, disfrutarlos, valorar su creatividad, asentirlos y apreciarlos. En los sueños ocurren situaciones que nos recuerdan lo que hemos olvidado, nos devuelven al camino o nos ayudan a sanar.
Alejandro Jodorowsky dice que nuestros ancestros pueden venir a vernos en el sueño para orientarnos, guiarnos y aconsejarnos. Cuando le prestamos atención a nuestros sueños, aunque no lo podamos comprender ni interpretar, los sueños siguientes suelen ser más claros.
Muchas veces, la gente me cuenta sueños para ver si les ayudo a interpretarlos. Para mí, el sueño es como una carta intima que te escribe la sabiduría que te habita. Si no logras ver el mensaje de un sueño, tu maestro interior seguirá enviando el mensaje, hasta que lo comprendas.
En un momento de mi vida que estaba muy angustiada, haciendo cosas que no me gustaban pero que creía que se esperaban de mí, tenía un sueño recurrente en el que patinaba sobre el hielo. Sentía una alegría enorme de desplazarme con velocidad y belleza. ¡Me sentía libre! Creo que el balance que obtenía por medio de esos sueños mantuvo mi cordura. ¿No te parece hermoso?
Supongamos que un amigo te manda un WhatsApp; lo lees y no llegas a comprenderlo del todo. Si le comunicaras a tu amigo que no entiendes el mensaje, de alguna manera lo estás invitando a que te explique más claramente lo que quiso decirte antes.
Usualmente, tenemos de cuatro a siete sueños en una noche, y en los siguientes 10 minutos del despertar ya hemos olvidado el 90% de lo soñado.Este hecho representa una dificultad en la utilización de nuestros sueños, ya que el primer paso para empezar a usarlos como recursos es recordarlos.
Según algunos estudiosos, la amnesia del sueño tiene su explicación en recuerdos reprimidos, a causa de un gran trauma o una experiencia dolorosa. Así, una persona que experimentó una terrible presión o que sufrió mucho, necesita olvidar para aliviar su angustia emocional.
Recordar y descodificar los sueños es un indicador de tu trabajo interior.Descifrar los sueños es un indicador de nuestro trabajo interior.Habla de la manera en que nos relacionamos con nosotros mismos y del tipo de comunicación que estamos teniendo con nuestro inconsciente.
El autor de libros y psicólogo especialista en sueños Strephon Kaplan Williamsdice: “Lamentablemente, es muy poco lo que hacemos con nuestros sueños. Es como si se nos diera en herencia un campo repleto de tesoros enterrados,en el que después de una lluvia aflorase un poco de oro. Lo vemos, incluso lo tocamos, y sin embargo no nos comprometemos a excavar para desenterrar todo su potencial”.