Los sueños y decepciones de los inmigrantes en certamen de Cannes

Los sueños y decepciones de los inmigrantes en certamen de Cannes

CANNES. AFP. Llegan con sus sueños bajo el brazo, en búsqueda de una vida mejor, pero lo que suelen hallar es explotación y alienación: el tema de inmigración llegó a Cannes con «The Immigrant», de James Gray, con Joaquin Phoenix y Marion Cotillard, en concurso por la Palma de Oro.  

Cotillard, que ganó un Oscar por «Piaf», interpreta a una inmigrante polaca que llega a Ellis Island, Nueva York, en 1921, y cae en la red de un pequeño proxeneta (Phoenix), que recluta a mujeres cuando bajan del barco y las envuelve en su red de prostitución.

Esta película sobre el drama de los inmigrantes de la vieja Europa «está inspirada en historias reales», subrayó el realizador estadounidense de 44 años, quien ha estado en Cannes cuatro veces, la última con el thriller «La noche nos pertenece», pero que se ha ido siempre con las manos vacías.  

«Mi familia viene de Europa del este», dijo Gray, que de niño escuchaba a sus abuelos contar su llegada de Rusia a Ellis Island y la vida en el Lower East Side, al sur de Manhattan, y que siempre pensó que era un gran tema para una película.  

«En el siglo pasado decían que los inmigrantes europeos eran sucios, que traían enfermedades. Y ahora se utilizan los mismos argumentos contra los latinos», declaró en una rueda de prensa en Cannes el cineasta, que hizo una vibrante defensa de los inmigrantes latinoamericanos que viajan a Estados Unidos en pos de una mejor vida. 

 «Yo creo que la inmigración enriquece a la sociedad, no le resta, sino que aporta mucho a la cultura», enfatizó Gray, quien llamó a sus compatriotas a «ser menos racistas y tener menos prejuicios».

La migración es también el tema de una película que ha sido muy aplaudida en Cannes, «La Jaula de oro», que compite en la sección oficial Una Cierta Mirada, cuyo premio será anunciado el sábado, y a la Cámara de Oro a mejor ópera prima, galardón que será anunciado en la velada de premiación, el domingo en la noche.  

El realizador Diego Quemada-Diez, que narra en su película el épico viaje de tres migrantes dos jovencitos guatemaltecos y un indígena tzotzil del norte de Chiapas al gran país del norte, aspira también, como Grey, a que su filme contribuya a cambiar la mirada de los estadounidenses hacia los inmigrantes, que arriesgan su vida soñando con una mejor vida para ellos y sus familias.  

«El gran desafío es que la película se estrene comercialmente en Estados Unidos, para que el ciudadano medio de Kansas, por ejemplo, que vea la cinta, jamás vuelva a ver de la misma manera a un migrante», dijo a la AFP el realizador.  

La inmigración clandestina centra también el documental «La escala», de Kaveh Bakhtiari, nacido en Teherán y que llegó a Suiza cuando tenía nueve años.   

El filme, que fue presentado en la sección Quincena de los Realizadores, cuenta el drama de los migrantes clandestinos iraníes que transitan por Grecia con la esperanza de llegar a un país europeo donde puedan hallar trabajo.  

Como suele ser el caso de los migrantes latinos que tratan de pasar la frontera con Estados Unidos cruzando a nado por Río Grande, los iraníes son víctimas de «coyotes» que los timan o abandonan. 

Para rodar este filme, el realizador «se sumió en la clandestinidad» en una Grecia golpeada por la crisis, que ha provocado el fortalecimiento de la extrema derecha. 

«Me encontraba con migrantes que habían desafiado la muerte y estaban vivos por milagro», dijo el realizador en Cannes.

«Para ellos, el simple hecho de salir en Atenas a comprar un cepillo de dientes representaba un enorme riesgo», agregó, subrayando que los migrantes son frecuentemente víctimas de golpes e incluso ejecutados por militantes de Amanecer Dorado, el partido de extrema derecha xenófobo. 

«Los migrantes se han convertido en el chivo expiatorio de todos los males de Grecia», recalcó.

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