Los supuestos de una campaña

Los supuestos de una campaña

[b]Señor director:[/b]

El presidente, agrónomo Hipólito Mejía, ha entrado en campaña; y lo hizo formalmente desde la Asamblea Nacional, con un discurso que podríamos considerar demagógico y temerario. Lo de demagógico, porque volvió a ofrecer al país lo mismo que había ofertado en la campaña del 2000, pero con resultados económicos contrarios: devaluación del peso en más de un 300%, inflación superior al 50% y decrecimiento del PIB en 1.5%. Lo de temerario, porque utilizó el salón de la Asamblea como escenario de un mitin frente al cuerpo diplomático y consular acreditado en el país, en lugar de referirse a la efeméride Patria y presentar las memorias de las ejecutorias del gobierno el año pasado y porque además, lanzó epítetos insultantes al candidato del PLD, el expresidente doctor Leonel Fernández. Ese discurso, que es la reiteración de posiciones políticas anteriores para justificar la crisis económica que padece el pueblo dominicano y para descalificar al expresidente Fernández, muestra las líneas maestras de lo que será su estrategia de campaña.

Esa estrategia, cuyo objetivo es mantener el poder político del Estado dominicano, tiene como punto de partida el supuesto de que al pueblo dominicano es fácil confundirlo atendiendo a la máxima: «miente, miente, que algo quedará»; puesto que en el mitin de la cabeza del puente de la 17, dedicado al finado líder del PRD, doctor José Francisco Peña Gómez y a la unidad de ese partido, el presidente Mejìa anunciaba que la «crisis ha terminado» y que ahora «vendrán tiempos mejores». Otro supuesto del presidente Mejía y el PPH, es el miedo que podría apoderarse de la dirigencia y militancia pele deísta para afrontar una campaña violenta; por tal razón, amenazó al expresidente Fernández, diciéndole al público perredeista congregado alrededor del busto de Peña Gómez «que se prepare para lo que vendrá».

Esa estrategia de campaña está fundamentada solo en palabras y parte también de otro supuesto, propio de las leyes del manejo de la opinión pública y la propaganda; me refiero a principios teóricos de algunos publicistas que sostienen que “una mentira dicha muchas veces se convierte en verdad”; lo cual no deja de ser cierto, si partimos del concepto lógico de que la verdad es un juicio de valor; aunque ese juicio nunca sustituiría la realidad y ese es justamente el problema que confrontará esa estrategia de campaña electoral para ser exitosa y retener el poder el 16 de mayo; porque mientras el presidente Mejìa anuncia que la crisis ha terminado, las amas de casa todos los días cuando asisten a comprar a los establecimientos comerciales encuentran que los precios de los alimentos, las medicinas, la ropa, etc. han subido de precios. Eso sin tomar en cuenta la inestabilidad del mercado cambiario, las variaciones de precio todas las semanas de los combustibles, etc.

Esa dicotomía, entre un estado idílico presentado por el presidente Mejía y la tozuda realidad, contradice esa estrategia y refuerza aún más la falta de confianza y la alta tasa de rechazo que el pueblo dominicano tiene hacia el presidente, según todas las encuestas independientes publicadas hasta hoy.

En relación al supuesto miedo de los peledeístas, el presidente Mejía se le olvida que él es el que está en el poder y que un exceso de uso de la fuerza y de los recursos para amedrentar a la oposición y específicamente al PLD, le hace más daño al que está en el poder; que recuerde la represión militar escenificada en 1978 por el doctor Balaguer con el apoyo de las Fuerzas Armadas de entonces para impedir el triunfo del PRD. Con eso no se juega, porque el miedo y el valor son relativos. A veces, dice Sófocles en el personaje de Hércules: «Habla más duro el que tiene miedo».

Atentamente,

Fernando Fernández Duval

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