Los supuestos: esos enemigos del bienestar

Los supuestos: esos enemigos del bienestar

Edificar nuestro bienestar sobre supuestos no cuestionados es tan insensato como construir una casa sobre arena. Y sin embargo, es lo que, sin darnos cuenta, pretendemos hacer todo el tiempo. La cultura financiera comienza, precisamente, por develar muchos de los supuestos que están camuflados en nuestras vidas, de forma que podamos sustituirlos por decisiones conscientes. Veamos algunos ejemplos.

Vivimos como si fuera verdad que el ingreso garantiza el bienestar. Por tanto, a mayor ingreso, mayor bienestar. Y, desde luego, a mayor ingreso, más gasto. Dentro de este supuesto no cabe la necesidad de gestionar adecuadamente los recursos ni los riesgos, lo cual constituye la base de todo ahorro sostenible, y, por ende, de todo bienestar. Considerar al ingreso como determinante único del bienestar es, claramente, una creencia falsa. Si el lector lo duda, sólo tiene que ver cuán vulnerable es la prosperidad de la gran mayoría de las personas frente a los accidentes de la vida, independientemente del nivel de ingreso que tengan.

Otro supuesto que aceptamos como verdad irrefutable es que una vivienda propia será siempre mejor que una alquilada. Y hay más supuestos errados. Para conjurarlos, la clave es identificarlos, repasando cuidadosamente cada aspecto de nuestra vida y convirtiendo cada uno en una decisión consciente y libre.

ZOOM

Decisiones conscientes

Decidir en base a supuestos errados equivale a vivir de espaldas a algunas relaciones causa-efecto que tienen gran influencia en nuestra vida. Cuando las cosas van bien, quizá no sintamos las consecuencias. Pero cuando los riesgos se materializan, la falta de gestión magnifica su impacto.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas