Los taimáscaros personajes
del folclor dominicano

<p>Los taimáscaros personajes <br/>del folclor dominicano</p>

POR XIOMARITA PÉREZ
PUERTO PLATA.-
El premio Nacional de Carnaval Felipe Abréu se le otorgará este año a los taimáscaros de aquí, por su aporte al carnaval dominicano, al crear un personaje surgido de elementos de la cultura nacional, los cuales contribuyen a afianzar la identidad de nuestro pueblo.

Este premio está dotado de la suma de 100 mil pesos y un diploma, los cuales serán entregados en el espectáculo Abriendo el Carnaval, producido por Jesús Nova, el 28 de este mes en la Plaza España, y que organiza la Secretaría de Estado de Cultura.

El creador de los taimáscaros no se imaginaba que un jueguito entre muchachos y muchachas, de enamoramientos lúdicos en Santiago de los Caballeros, se convertiría  en una propuesta única en el país: el personaje carnavalesco principal de «La Novia del Atlántico».

Cuando le pedimos al artista Jacinto Beard que nos remitiera al inicio de la propuesta, que luego se convirtió en colectiva, sus ojos de nublaron: sentíamos que tenía un nudo en la garganta, recordando que hace 16 años trabajó un proyecto que hoy es una realidad.

Habla pausado y mientras piensa sus ojos se llenan de lágrimas de satisfacción. No se escucha su voz. Está inundado de emociones y cuando se repone sus palabras se convierten en pinceladas multicolores que van dando forma a la historia oral que describe con exactitud. No quiere que se le olvide una sola persona de las que se integraron en este trayecto y mientras seguimos conversando va recordando nombres: Chiqui Nadal, Claudio de los Santos, Roque Cid, Jesús Ramos, Nelson Mendoza, Ramón Ramos, Víctor Ramos, Misal Amós, Ramón Peña, Jairo Méndez, Héctor Pérez, Elías Perdomo, Gregory Suero, Adalberto de la Cruz, Garzón Breña y Ángel Cabrera, entre otros.

Cuenta Jacinto que en un momento determinado se pensó en el sanky panky como personaje central del carnaval, pero los aspectos negativos que tiene esta figura en la costa del atlántico lo hizo descartar  la idea. «Ya yo había despertado la conciencia política, social y económica y venía con una percepción más lógica de las cosas y es cuando pienso que ya  tenía una maquinaria que podía realizar mi idea, que eran los muchachos, no motivados por un aspecto cultural, sino que estaban enamorados en Santiago y para llevar el bonche y conquistar a las muchachas yo me monté en ese tren».

Expresa que  «ya yo tenía ideas concebidas de lo que podía ser el disfraz de carnaval nuestro, pero queríamos una propuesta colectiva y para eso necesitaba de las voluntades de esos muchachos, porque no teníamos recursos económicos para ello».

El Taimáscaro representa las deidades taínas y el traje está inspirado en los vestidos de la Edad Media. Son de mucho colorido, al igual que las cintas que lo adornan. En la vestimenta se destaca la blusa como elemento señorial; el pantalón con los caracoles representa a Neptuno, dios del mar, que protege y cuida las costas del Atlántico. La capa es lo que cubre la ingenuidad del aborigen, elaborada con pictografías taínas y los pañuelos son los símbolos de las deidades africanas.

Vanahí Severino, artista y diseñadora, fue la responsable de la elaboración y diseño de este vestuario definitivo que salió a las calles de esta ciudad en febrero de 1992.

Existen más de veinte tribus, entre ellas Caribe, Caracol, Guaitiao, Atabeira, Bohití, Guayacorix, Caney, Cayacoa, Ciguayo,  Guaraní, Caribatá, Tureyro, Batey, Marien, Naboria, Caoma y  Lacayo;  cada una se distingue por las características individuales de las máscaras cemíes.

El creador del personaje tiene el deseo de formar una escuela de folklore y carnaval para que los jóvenes de la región tengan un centro de enseñanza que les permita introducirse a esta industria cultural y se integren al carnaval puertoplateño con la propuesta: «taimáscaro y comparsa». 

Así es Jacinto, un personaje con liderazgo que emigró por varios años a Europa, dejando  su personaje creado  en otras manos,  otra persona también artista. Y regresa al país para retomar lo que vio nacer y para transformar  hoy este proyecto, no sólo en disfraz,  sino en la búsqueda de lo que son las raíces de su cultura, para hacer  un carnaval distinto a los existentes.

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