Los tambores de guerra en Ucrania…

Los tambores de guerra en Ucrania…

Guillermo Caram

Los tambores de guerra en Ucrania. Nada importa mas, ante esos tambores, que blindarnos mediante mayor autosuficiencia en satisfacción de necesidades, principalmente alimenticias; en base a nuestra producción, principalmente agropecuaria.

Y utilizar adecuadamente recursos públicos propios para invertir, sin limitaciones provenientes del financiamiento externo, especialmente dentro contingencias bélicas. Nuestra dinámica productiva no responde al blindaje aspirado. La agropecuaria apenas creció 2%: 6 veces menos que PBI total (12%), 5 veces menos que servicios (10%), 20 veces menos que turismo (40%).

Este desbalance productivo genera demanda superior a oferta provocando inflación que, ante estabilidad cambiaria imperante, permite concluir con alta incidencia endógena en incrementos de precios.

Y es resultante de un sistema económico montado sobre déficits fiscales por malgasto público, no por bajas recaudaciones.

Tomando como fuente digepres.gob.do/estadísticas/gastos, cerrado 2021, proseguía este malgasto.
El gasto corriente mantuvo el nivel del 2020, RD$982 mil millones, que demuestra cuan nulas han sido las tantas disposiciones sobre austeridad anunciadas y/o decretadas.

Las recaudaciones, a pesar de crecer satisfactoriamente, no alcanzaron cubrir esos gastos corrientes constituidos por burocracia, subsidios, intereses, contratación de servicios, etc.. Faltaron RD$19.5 mil millones que fueron cubiertos mediante endeudamientos.

A este faltante hubo que sumarle RD$109 mil millones destinados a amortizar la deuda pública, elevándose el uso de endeudamiento para cubrir compromisos fijos, sin apenas invertir un peso, a RD$128.5 mil millones.

El malgasto de capital se materializó forzándolo para complacer exigencias ciudadanas hasta alcanzar la meta presupuestada: RD$123 mil millones.

Pero en los últimos 28 días del 2021 se desembolsaron 41% de ese total. En los últimos 55 días se desembolsaron más que en los 310 días precedentes.

Este comportamiento del gasto de capital genera suspicacia sospechosa de manipulación contable-estadística o ligereza conducente al despilfarro.

Para financiar faltantes e inversiones el Gobierno succiona dinero privado por medio de altos intereses que traducen señal conducente al predominio de una economía financiera, rentista y especulativa, en perjuicio de la productiva.
Urge reorientar políticas vigentes partiendo de corregir malgasto público para alcanzar mayor autosuficiencia productiva.

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