Los  textos escolares es la materia pendiente a “pasar”  por el presidente Danilo Medina, con notas por lo menos suficientes, en el presente y los próximos años lectivos de primaria y secundaria, que suben a un “módico” promedio de RD$4 mil, cuando el salario mínimo es RD$8 mil.

Con esta estructura, el laudable propósito del presidente Medina de aportar recursos al Ministerio de Educación este año por RD$99,600 millones y construir diez mil aulas de 400 mil en 48 meses de su mandato, podría concluir asaz cojo, para no apelar a otro término mayor.

El presidente Medina, antes del inicio el 19  este mes del año lectivo 2013-14, debió instruir a la anterior idónea titular, Josefina Pimentel, y es ya tarde para instruir al actual, Carlos Amarante Baret, reunirse con las principales editoras y acordar un precio mínimo por los libros de texto, con una cuota de subsidio, fuese con exonerar de impuestos los materiales de impresión o reducir un por ciento del RNC a las editoras o a la que resultase ganadora del concurso.

Otra versión consiste en que Educación conoce las materias de los cursos de primaria y secundaria, y en función de los temarios, resumirlos, y suministrarlos a los estudiantes en el curso de la evolución del año escolar, menos libros, menos peso en las espaldas de los estudiantes.

Es perjudicial a la formación de la columna vertebral de los estudiantes cargar con ocho y diez libras diarias de texto en las espaldas, cuando los libros pueden quedarse en casa, que es donde se estudia, y llevar las tareas concluidas del resumen de los temarios. Te graduaste, Momón.