Los traumas post secuestro

Los traumas post secuestro

Hablar de secuestro es hacer referencia a que existen situaciones que pueden parecer  peores que la muerte, circunstancias que implican privación de la libertad, de la tranquilidad, de la privacidad y de la integridad física.

El tema del secuestro ha sorprendido la República Dominicana en las últimas semanas. Ha puesto  en serios aprietos a las autoridades policiales, y ha agregado una preocupación más a las familias.

Cuando se tiene un pariente secuestrado lo más importante para los familiares  y las autoridades  es rescatarlo con vida, sin embargo, poco se piensa en cómo vivirá  ese ex cautivo a partir de su liberación.

Lo cierto es que  todo  ex rehén  sucumbe  ante las devastadoras consecuencias del trauma. Así lo explica Kaly Báez Durán, psicológa clínica, master  en intervención en la ansiedad y el estrés del  Centro Vida y Familia.

“Las personas que han sido víctimas de un secuestro suelen padecer de lo que se denomina el  Estrés Postraumático”,  explica.

Se trata de un conjunto de síntomas caracterizados por: Revivir la experiencia traumática repetitivamente, ya sea con pesadillas o “flashbacks”;

Padecer miedos angustiantes que hacen que la persona se aísle de su entorno familiar, social y académico, y evadir de manera consciente o inconsciente el episodio traumático hasta llegar a un punto de negar el evento ocurrido.

La doctora asegura que para una persona que ha sido secuestrada, para volver integrase con éxito a la sociedad debe someterse a terapias, pero destacó que la reintegración es un verdadero reto.

Una vida de  traumas

Una víctima de secuestro desarrolla: pérdida de confianza, de seguridad en las relaciones, en sí mismo,  pérdida de alegría, de valores y del significado de las cosas por importante que éstas sean.

Según señala la doctora Báez no solo la persona afectada requiere tratamiento, también lo necesita toda la familia.

Modelo de conducta de un ex secuestrado

Tímida, aislada, introvertida, ansiosa, que no potencializa sus cualidades y tiene dificultad para mantener relaciones interpersonales. Además su sonrisa es la gran ausente en su rostro.

Traumas  fisiológicos

Los síntomas fisiológicos que  representan son característicos de la ansiedad: temblores, palpitaciones, respiración agitada y sudoración excesiva.  Asimismo lecciones físicas, aunque todo depende del tiempo que la víctima duró en cautiverio o de cómo le trataron sus secuestradores.

¿Cuánto dura el tratamiento?

Según indica la experta,  la duración del tratamiento depende de cada caso en particular, así como del tiempo que la persona dure secuestrada.

Hay que tomar en cuenta que  un día en la vida de una persona en cautiverio es interminable.

Secuestro en menores

El secuestro ocasiona en los niños una grave descompensación en su desarrollo normal y dependiendo de la edad, pueden sufrir severos traumatismos de tipo psicológico. Pasado el cautiverio los niños pueden presentar desde pequeños cambios en el estado de ánimo, (períodos oscilantes entre alegría y tristeza), regresiones significativas en su comportamiento (volver a orinarse en la cama, volver a chupar dedo, hablar a media lengua, etc.).

Proceso

Reencuentro familiar

Este proceso está matizado por el dolor, el llanto y, sobre todo, por el temor.  Todos en la familia se ven afectados, en ese sentido la doctora Báez indica que para superarlo deben someterse a  terapia familiar e individual, “se concientiza a la familia de las consecuencias psicológicas del secuestro; y al paciente se le trabaja para reducir los síntomas, y de manera gradual y controlada se le expone al evento para lograr que se desensibilice y retome el control de su vida”, explica la experta.

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