Tras la profunda crisis socioeconómica y política que enfrenta el vecino país de Haití desde el magnicidio del presidente Jovenel Moise, la nación se ha visto en una caída en picada en su estructura social y de gobierno que han llevado a su primer ministro a pedir ayuda a la comunidad internacional para enfrentar el aumento de la violencia, el crimen organizado y la anarquía en la otra mita de la isla.

Aunque a este punto, sea una obviedad para muchos que dan seguimiento al tema haitiano, te presentamos los tres hechos que indican que Haití está al borde del colapso más que antes.

1-Destitución de autoridades

Tras la muerte de Moise, el ex canciller de Haití Claude Joseph, a quien se le prohibió el paso a la República Dominicana, asumió como primer ministro interino de ese país para luego pasar a ser el ministro de relaciones exteriores y destituido posteriormente por el actual primer ministro.

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Sin embargo, las decisiones del actual primer ministro, Ariel Henry, de elevar los precios de los combustibles han generado violentas protestas en el vecino país que reanimaron los reclamos y exigencias para que abandone el puesto que ocupa ante la situación general de Haití.

Además, se recuerda que Ariel Henry está llamado a organizar las elecciones para elegir un nuevo presidente, proceso que debe realizarse para estas fechas y del cual no se sabe al respecto.

2-Asesinato de periodistas

Incluso en países sumergidos en guerra por varios años el libre ejercicio de la prensa es respetado por los actores sociales en conflicto como una forma de mantener el respeto a los derechos humanos y ciudadanos y garantizar el estado de orden.

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El asesinato y posterior quema de cadáveres de dos periodistas que cubrían las incidencias de las violentas manifestaciones en Haití dan a entender que la línea entre el orden y la anarquía social fue violentada por, quienes expertos aseguran, grupos criminales que planean hacerse con el control del país a toda costa.

3-Asesinato de policías y agentes del orden

A la tensa situación se suma el asesinato de los representantes de las instituciones del orden de ese país que han sido víctimas de la violencia y las bandas armadas que mantienen el terror en las calles de Haití y amenazan con convertirse en un peligro para la República Dominicana.

Además, los mismos jueces que han tratado de conocer el proceso judicial en contra de los implicados en la muerte del presidente Jovenel Moise han denunciado amenazas a sus vidas, por lo que se han visto en la necesidad de renunciar a sus responsabilidades.