Luego de cinco meses del fracaso del PRD  en las elecciones del 2012 teniendo todas las de ganar, una parte a costa de la ruina de las finanzas públicas,  por  los manejos deshonestos y el abuso de poder del gobierno del PLD, y otra  parte por las prácticas antipartido del Presidente del PRD y los errores tácticos de su candidato a la presidencia, solo queda, en el tiempo disponible hasta el 2016, trabajar para construir la unidad partidaria en tres momentos bien diferenciados:

1. Unir a todo el partido desde la base, al margen de los intereses de grupos para la designación de una Comisión Organizadora de la Convención Ordinaria y la confección de un padrón electoral  para elegir a su nueva dirección.  El que se niega debe ser aislado de las masas, sin que puedan enarbolarse aspiraciones prematuras.

2. Elegir una dirección del partido cuyas cabezas sean independientes de los polos de poder establecidos; que deberá reorganizar  el partido, actualizar su doctrina y confeccionar  un  programa de gobierno sensato equilibrado y transformador.

3. Que esta dirección garantice una visión diáfana de los candidatos presidenciales, congresuales y municipales para las elecciones del 2016 sin prepotencias  grupales, ni exclusiones injustas. En el proceso de reorganización del Partido y  una actualización doctrinaria y progresista debe tenerse en cuenta las previsiones establecidas en el Congreso José Francisco Peña Gómez  2010, cónsonas con el carácter  policlasista del PRD, y  una necesidad de integrar a sus efectivos valiosos, no utilizados por no ser incondicionales a los jefes y  aspirantes a jefes de turno, particularmente a las mujeres y los jóvenes.

Pero además, el partido debe abrirse a las demás fuerzas políticas y sociales tradicionales; dándole especial atención a tres factores  de poder y orientación sin los cuales muy difícilmente se puede salir airoso en la marcha hacia el poder y hacer una gestión de gobierno de transformaciones positivas para la sociedad dominicana.

1. Los intelectuales de orientación democrática realistas.

2. Los empresarios progresistas con responsabilidad social.

3. Los dirigentes comunitarios de la ciudad y el campo, capaces de motorizar las energías positivas de la ciudadanía hacia la renovación del país.

Esas y no otras son las tareas fundamentales que deben realizar  los perredeítas a la hora actual, sean cuales fueran sus aspiraciones y simpatías hacia el futuro…