Aunque las crónicas sociales tienen más prominencia en la actualidad, la Era de Trujillo no estuvo exenta de la crónica rosa. Un rasgo notorio es que la mayoría de los periodistas que la cubrían eran hombres.
En la actualidad, reina la presencia de las mujeres en las áreas sociales de los periódicos, revistas y portales de Internet.
Hacia finales de los 50 y principios de los 60 del pasado siglo, los periodistas se limitaban a cubrir actividades como nacimientos, bautizos, despedidas de soltera, cumpleaños y bodas que apadrinaba el Generalísimo.
Sin embargo, ahora se realizan cocteles por la apertura de una tienda, restaurante o una clínica de estética; también se cubren presentaciones de libros, conferencias o aniversarios de instituciones privadas o gubernamentales.
En la época de Rafael Leonidas Trujillo se escribía sobre las sociales para exaltar al dictador o a miembros de su familia.
Ahora los periodistas, más que exaltar a alguien observan la decoración de lugares donde se realizan actividades o se fijan en una prenda llamativa que lleva algún invitado y además describen el ambiente.
En la Era los periodistas debían ser cautelosos al redactar una noticia sobre alguien de los Trujillo, igual con los pies de fotos porque se corría el riesgo de ir a prisión o ser cancelado, en caso de error.
Ahora no existen tantas restricciones ni presión cuando se publica una crónica social.
También los fotógrafos debían de someterse a las exigencias y extravagancias de los Trujillo, y tener mucho cuidado a la hora de hacer su trabajo. En su libro Mis 20 años en el Palacio, el periodista Manuel de Jesús Javier García narra que el fotógrafo Rafael Emilio Bidó cubría un desfile en el malecón en honor al Jefe y las fotos que publicó el periódico El Caribe de María Martínez de Trujillo la presentaban con los brazos gordezuelos y la carne caída por falta de ejercicios. La primera dama se molestó tanto que le armó una cantaleta a su esposo, y como consecuencia Trujillo le manifestó a Javier García: Dile allá que manden otro fotógrafo que sepa lo que debe hacer, porque esa fotografía que publicaron es un tollo.
Javier García, quien cubrió durante dos décadas la fuente del Palacio, relata en su libro que en otra ocasión María Martínez participó en la labor decorativa de una fiesta y porque él no la mencionó en la crónica se llevó un boche en El Caribe, por lo que tuvo que repetir la reseña. Y es que dejar de mencionar a la primera dama o cualquier otro miembro de esa familia les ocasionaba serios problemas a los periodistas.
Si a uno de los Trujillo no le gustaba lo redactado por un reportero, éste se ganaba un boche y una mordaza durante algún tiempo.
En una ocasión, Javier García cubrió una fiesta que Angelita ofreció en su casa veraniega de Manoguayabo con motivo del cumpleaños de uno de sus hijos y entre los invitados estaba su tía Nieves Luisa Trujillo de Castillo y su nuera, señora del Castillo, esposa de Agustín Castillo Trujillo (Tin Castillo) y la crónica no le gustó a Angelita, quien le dijo, Ustedes los periodistas sólo escriben tonterías y no lo que deben de escribir, no veo razón de que usted mencionara entre los asistentes de la fiesta a la mujer de Tin Castillo, ahí había otras personas que merecían mencionarse y no ella.
La hija mimada de Trujillo tenía actitud difícil con los periodistas, en especial con los fotógrafos porque no le gustaba ser retratada.
Radhamés Gómez Pepín, director de El Nacional, comentó que las páginas de sociales de ahora están más abiertas que las de la Era porque en ese tiempo los Trujillo se ofendían si al lado de la reseña de un cumpleaños de alguno de ellos salía un Juancito Trucupey.
Lipe Collado, periodista, narrador y ensayista afirmó que las informaciones sociales de envergadura, que eran muy frecuentes en la Era, las acaparaban la familia Trujillo o sus allegados.
En estos tiempos la crónica social tiene otra tendencia, que no es la de exaltar únicamente a alguien de poder, sino informar lo que acontece en el ámbito social del país. Y aunque no es costumbre las reprimendas al estilo de los Trujillo, esto no quiere decir que los cronistas y fotógrafos se descuiden al momento de hacer su trabajo.
Las frases
Radhamés Gómez Pepín
Las sociales de antes tenían exactitud, ahí no había errores ni en nombres, todo era bien organizado.
Lipe Collado
Hoy en día las informaciones son más objetivas, no tienen esa altísima carga de elogios y están más enfocadas al carácter comercial.