El director ejecutivo de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago, Hamlet Otáñez, consideró que el problema mayor con relación al agua en esta provincia y en todo el país es la pérdida.
Estimó que en Santiago y en el resto del país alrededor del 60% del agua que se pone en las tuberías se pierde. Ese nivel de pérdida abarca el agua que la gente consume y no paga y el líquido que se escapa por ineficiencia operativa, señaló. Igualmente citó la pérdida relativa al agua servida y que no es medida y contabilizada para ser cobrada.
Con relación al suministro, dijo que en Santiago, el 80% de la población tiene medidores y el 76% cuenta con agua continua.
Ahora, la gente tiene necesidad de tener agua 24 horas diarias, y ese debe ser el objetivo, dijo. En el caso particular de Santiago, desde 1993, cuando se construyó el acueducto Cibao, no se ha vuelto a realizar una gran inversión en materia de agua. Sostuvo que Santiago ha decrecido en densidad poblacional en los últimos 20 años, en el sentido de que hay más personas que antes, pero en mucho más territorio.
Dijo que esto incide en el aumento de las pérdidas de agua. Hay en proyecto, dijo, orientado a aumentar en Santiago un metro cúbico por segundo de agua. Abogó porque las autoridades tomen más en cuenta a Santiago en las inversiones.