Los vacacionistas que retornaron  a la capital  ayer  fueron  flanqueados por agentes policiales y de Amet en un operativo dirigido a evitar  accidentes.

Los cientos de miles de vacacionistas que se desplazaron por todo el país desde distintos puntos de residencia, terminaron anoche un feriado que, como siempre, mezcló lo religioso con el entretenimiento. Los primeros reportes indican que en esta ocasión el número de accidentes de tránsito y de víctimas mortales quedó muy por debajo de las cifras del año pasado. En efecto, en todo el asueto de Semana Santa del 2009 murieron  56 personas. Hasta ayer al medio día, se informó de 22 muertes.

La Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) y la Policía  encabezaron el plan de acompañamiento por las principales carreteras del país hasta la entrada al Distrito Nacional y los municipios de la provincia Santo Domingo. Desde las 3:00 de la tarde y hasta  las 7:00 de la noche los agentes de las entidades carretearon a los viajeros que regresaban a sus hogares, sometidos a un protocolo que evitaba  que conductores realizaran rebases temerarios, excedieran la  velocidad, ocuparan  carriles inadecuados y transportaran personas de forma inadecuada.

El director de Amet, general José Aníbal Sanz Jiminián, encabezó el operativo de la región Este desde  la altura de Boca Chica. El vocero de la Amet, José Jáquez, dijo que contaban con 3,300 miembros para asistir a las personas que se desplazaron hacia los pueblos.

Desde las  6:00 de la tarde la capital empezó a retornar a su normalidad.