Los verdaderos retos del 2009 y más allá

Los verdaderos retos del 2009 y más allá

El capitalismo siempre ha obedecido a los ciclos y la presente recesión no es la primera ni tampoco la última, aunque sí la más grave desde la depresión del 1929; sin embargo la economía global más tarde o temprano saldrá de la crisis, dando paso a la recuperación; así también la economía dominicana será arrastrada por la locomotora de los EU, con la diferencia que cargamos con problemas seculares los cuales representan serias limitantes a la competitividad, el aumento de las exportaciones y la creación de una sociedad próspera.

El principal obstáculo a la competitividad lo representa un sistema energético ineficiente, con el precio del kilovatio más caro de la región y la necesidad de contar con una generación paralela más costosa. Con ese sistema, en crisis desde hace cuatro décadas, competir implica ser varias veces eficiente  frente a similares que disfrutan de un servicio óptimo y a precios de mercado.

La institucionalidad es,  quizás antes que la electricidad, la principal tarea pendiente para pretender convertirnos en una nación más competitiva y atractiva a la inversión extranjera. Justicia imparcial e independiente, bajos niveles de corrupción, transparencia pública, uso racional del presupuesto, licitación honesta de las compras, constituyen ítems decisivos en la construcción de una nación desarrollada.

Una educación de calidad, una educación que prepare los profesionales y técnicos para la economía global, una educación capaz de cerrar la brecha digital y la social. En esta materia el problema es grave y no se limita al incumplimiento por parte de varios gobiernos del 4% del PIB o el 15% del presupuesto. Es que carecemos de los recursos docentes capaces de retornar a mediano plazo  una educación de calidad en línea con ese monto de inversión.

La delincuencia y el narcotráfico siguen penetrando el cuerpo social dominicano y los hechos de Paya revelan hasta qué nivel están infectados los cuerpos llamados a combatirlas, mientras  el país avanza a pasos acelerados a convertirnos en un Estado narco en donde cada año, como en México, millares son asesinados a manos del crimen organizado.

Una sociedad en donde los ciudadanos  cumplidores de las leyes no gocen de seguridad y el narcotráfico internacional maneje resortes importantes del poder no tiene la posibilidad de mantenerse como un destino atractivo a la inversión.

La crisis global y la eventual desaceleración de la economía dominicana es coyuntural y superable, lo que no es coyuntural son esos problemas descritos, los cuales actuando simultáneamente representan desventajas competitivas y serios obstáculos para convertirnos en un país próspero.

Enfrentarlos todos con éxito representa el principal reto del 2009 y más allá.

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