DANANG. Subido en una moto, Mark O’Connor, un veterano de la guerra de Vietnam, buscaba desesperadamente este viernes en Danang a Donald Trump, que visita por primera vez Vietnam para participar en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico.
Pero bajo un sol intenso, este veterano de 67 años, que recorrió 8.000 kilómetros desde Estados Unidos para ver a su presidente, se topó con un muro de agentes de seguridad que le impidieron ni siquiera verle de lejos. El presidente se reunió a puerta cerrada con unos pocos veteranos de guerra.
«Lo intentamos todo, hicimos lo que pudimos», dice abatido O’Connor, que vive en Dakota del Sur pero viene con frecuencia a Vietnam donde colabora con varias oenegés. Aunque se olvidó en casa su gorra con el lema de Trump durante la campaña («Make America Great Again» , «Que América vuelva a ser grande») tenía previsto sustituirlo con algo de color rojo.
Su ilusión era hablar con Trump en Danang, una antigua base aérea de Estados Unidos donde los primeros marines estadounidenses llegaron hace más de 50 años para luchar contra los soldados del Viet Cong apoyados por los comunistas «Gracias por haber hecho grande América otra vez y habernos devuelto nuestro país», era el mensaje que finalmente no le pudo transmitir.
Trump, criticado porque logró evitar irse a Vietnam como militar pretextando distintas razones, quiso lanzar este viernes un mensaje a los veteranos de esa guerra, que todavía sigue marcando a ambos países.
«Nuestros veteranos son un tesoro nacional y les doy las gracias por su servicio, su sacrificio y su patriotismo», dijo en una declaración.
El presidente se comprometió a trabajar para seguir buscando los restos de los 1.253 soldados desaparecidos durante el conflicto, una iniciativa aplaudida por los veteranos.
«Sólo quiero decir que es un honor y un privilegio estar con nuestro presidente. Admiro muchísimo lo que está haciendo por nuestro país», dijo un veterano, identificado por la Casa Blanca como señor Hopper.