Los vicios de construcción: un delito impune

Los ejemplos o modelos de “construcción irresponsable”  en nuestro país, no faltan.  Las tormentas Olga y Noel evidenciaron la fragilidad o la mala calidad de  las obras del Estado; pocas quedaron de pie, después de su paso, sean carreteras y  puentes.  De nuevo, con la tormenta Emily presenciamos el triste espectáculo de un San José de Ocoa dividido en dos por el colapso de uno de sus puentes.

Hace algunos años, Alicia Ortega mostró los vicios de construcción de la catedral de San Juan de la Maguana, la cual fue construida con un presupuesto de más RD$ 130 millones y a pocos días de su inauguración ya presentaba filtraciones. Las denuncias permanentes han banalizado una situación que constituye un delito. El país paga en realidad para la construcción de obras que ven su vida útil reducida desde el día de su inauguración. Es una estafa “legalizada” e impune. Así ocurre con el CURSO de la UASD que fue inaugurado el 7 de julio del 2011 a un costo superior a los RD$ 2,000 millones. Bien merecido para esa ciudad, sin embargo, el centro apenas inaugurado ya debe ser “remendado”.

Presenta filtraciones en las tuberías de los baños, dice un irresponsable. Dentro de poco, serán los techos, después los plafones que a su vez dañarán más partes de los edificios y no lo duden,  dentro de algunos años, todo el mundo convivirá con esos vicios, porque no hay una construcción nueva en la UASD que no presente filtraciones y un aspecto deprimente, al cabo de algunos meses de su inauguración.  Lo irritante de todo esto es que nos quieren hacer entender, como dice el arquitecto Julio César Osorio, de la supervisora (OISOE), que todas obras “..tienen su escape, como toda obra, y ésta que es grande! … las filtraciones mayormente aparecen cuando llueve…”:          si la irresponsabilidad no fuera un delito, nos podríamos morir de la risa por esas irrisorias muestras de ignorancia y desfachatez, pero la mala calidad de los materiales en una obra de más de RD$ 2,000 millones, la mala terminación, la falta de profesionalidad, la falta de supervisión, la falta de responsabilidad de las autoridades que recibieron las obras, sin inspeccionarlas, no pueden constituir la norma.  ¿Si la Contraloría General de la República, en su dirección de Auditorías Técnicas publicó un compendio de leyes, decretos y normas que regulan el ejercicio de la construcción pública en el país  en el 2006 ¿por qué ocurren, entonces, los vicios de construcción, y más todavía, porqué  quedan impunes esos delitos?