Una noticia halagadora: es tal el interés que despierta en inversionistas del exterior el esfuerzo por convertir al país en un gran centro de distribución comercial hacia distintas direcciones por su ventajosa posición geográfica que ya se perciben insuficiencias que retrasan alcanzar el objetivo.
Ni la diversidad ni la disponibilidad actual de estructuras para almacenar mercaderías y equipos industriales destinados a la reexportación se corresponden en lo inmediato para el ambicioso propósito de llevar a la República Dominicana a través de sus instalaciones portuarias a ser epicentro de continuos viajes aéreos y navales para el lleva y trae de mercancías.
El diagnóstico que al efecto emitió el Ministerio de Industria y Comercio considera como más significativa que las limitaciones de orden material y de espacio, la de recursos humanos competentes porque una cosa no puede funcionar sin la otra. El avance de este punto central del continente hacia la eficiente redistribución de bienes conlleva un reclutamiento de mano de obra capacitada.
Son altos aquí el desempleo y la ausencia en aulas que dificultan la integración al trabajo de la población juvenil. Por imprevisión o por lo que sea el proyecto local de logística caribeña encuentra fuera de base a un extendido segmento social ocioso aunque se dispone de instituciones de enseñanza adecuadas incluyendo algunas con suficientes recursos para dar saltos hacia una vasta formación de técnicos medios y hasta de mayor profesionalidad.