Los vítores para Merkel, la vencedora

Los vítores para Merkel, la vencedora

Por Bertrand Benoit, Hugh Williamson y Andrew Ward
En Rostock y Heiligendamm
FINANCIAL TIMES

Las ambiguas propuestas de Vladimir Putin a Estados Unidos sobre el sistema defensivo con misiles durante toda la semana pasada y en  la cumbre del G8 hicieron que los expertos en política exterior de todo el mundo se rascaran la cabeza. Pero cuando Ángela Merkel, la anfitriona alemana cerró el evento el viernes, estaba claro que no iba a permitir que el presidente ruso se “robara el show”.

La cumbre, dijo Merkel, fue “un éxito”, y si bien una buena mirada a la reunión de tres días arroja que eso es solo parcialmente cierto, la canciller de Alemania, sin dudas, sale de ella honrosamente.

Después de dos años de haber estado arrastrando los pies los países más ricos del mundo, sobre las promesas de ayuda expresadas en la cumbre de Gleaneagles en 2005, la última declaración de ayuda a África fue descartada como “absurda” por Bob Geldof, la estrella de “rock” devenido en activista por el desarrollo. 

Sin embargo, se logró más de lo que indicaba el comienzo inestable de la cumbre, en medio de disputas sobre el cambio climático y una fricción logística temprana. “La ganadora es la canciller”, dijo un diplomático europeo. Para David McCormick, el sub-asesor de seguridad nacional de EEUU, y un “sherpa” del G8, Merkel “debe ser felicitada por todos por haber dirigido un terrible proceso con el G8”.

No obstante, no se alcanzaron todas las metas. El comunicado de la cumbre sobre el cambio climático -el punto máximo del evento- no menciona objetivos vinculantes sobre las emisiones y el clima. Un asistente a la cumbre lo resumió como “más de lo esperado, pero menos de lo necesario”.

Persuadir a George W. Bush, el presidente de EEUU, de que inserte su iniciativa sobre el cambio climático en el proceso de Kioto que conduce la ONU, sin embargo, fue un  logro sustancial, de acuerdo con diplomáticos europeos y organizaciones no gubernamentales.

Los ayudantes atribuyeron el resultado al viejo apego de Merkel a la diplomacia. Después de haber comprometido a la Unión Europa con metas sobre las emisiones en marzo, aseguró que Tony Blair de Gran Bretaña y Nicolás Sarkozy, de Francia estuvieran de su lado en las conversaciones sobre el clima en Heiligendamm.

Las discusiones con Canadá y Japón, previas a la cumbre, y con Putin en Rusia, amenazaron con aislar a Bush sobre el tema, lo que propició su sorpresiva iniciativa sobre el clima una semana antes.

 “A partir de su experiencia interna, Merkel sabe cómo conformar coaliciones políticas, y eso resulta útil en un contexto como el del G8”, dijo un alto funcionario del G8.

Algunos funcionarios criticaron su decisión de asistir a la reunión sin un acuerdo ya preparado sobre partes decisivas del comunicado. Sin embargo, el peso de las cámaras del mundo, que apuntaban hacia ellos, incrementó la disposición de los líderes a adoptar un compromiso. Aunque criticaron a Merkel por no cumplir con sus promesas, en particular, sobre la ayuda al desarrollo de África, muchos manifestantes la elogiaron, a regañadientes, por “ponerse dura con Bush” sobre el tema del clima, como dijo un activista.

 “Hay que felicitarla por no haberse dado por vencida hace una semana, pero aún tenía que conseguir el mejor acuerdo que pudiera”, dijo John Anthony, del grupo de presión de Washington National Environment Trust. Los delegados estadounidenses elogiaron la atmósfera relajada de las conversaciones, que atribuyeron, en parte, a la ausencia de dos ex líderes nacionales y duros críticos de la guerra en Irak: Jacques Chirac, de Francia, y Gerhard Schröder de Alemania.

Quizás la logística fue la mayor falla de la cumbre. Los manifestantes que desafiaban la prohibición de protestas en las vías de acceso a las instalaciones de Heiligendamm obligaron a cientos de los ayudantes de los líderes a recurrir a los botes y helicópteros.

Sin embargo, el muy claro tabloide Bild de Alemania, un fiel espejo de la opinión pública del país, no mostró circunspección el viernes, al coronar a la canciller como “Miss Mundo”.

VERSIÓN AL ESPAÑOL IVÁN PÉREZ CARRIÓN

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