AP/NUEVA YORK. La multitud aclamó, las campanas de las iglesias repicaron y una lluvia de confetti cayó sobre Broadway ayer viernes en el festejo de los Yanquis de su 27mo título de la Serie Mundial con un desfile por el llamado «Cañón de los Héroes».

   Los jugadores, junto con algunas celebridades y ex integrantes de los Yanquis, disfrutaron al máximo su recorrido por el distrito financiero de Manhattan en plataformas y autobuses descapotados.

   Miles de personas abarrotaron las aceras en la ruta de tres cuartos de milla cerca de Wall Street.

   «¡Me encanta!», exclamó John Freeman, un obrero de limpieza de la ciudad mientras recogía confetti y rollos de papel lanzados desde los rascacielos.

   Familias enteras faltaron al trabajo o a la escuela para acudir.

Los jugadores grabaron la celebración con sus cámaras mientras avanzaban hasta el ayuntamiento, donde el alcalde Michael Bloomberg le entregó al equipo las llaves de la ciudad.

   El torpedero y capitán Derek Jeter llevaba el trofeo y lo levantó alto mientras la gente gritaba y la canción «We are de Champions» (Somos los campeones) sonaba en los altavoces.