New York Yankees' Gerrit Cole throws to first base during a spring training baseball workout Thursday, Feb. 13, 2020, in Tampa, Fla. (AP Photo/Frank Franklin II)
Los Yanquis de Nueva York están cansados de ver a otros ganar campeonatos mientras ellos se quedan en el camino en la postemporada.
Es por eso que en la agencia libre, se fueron al palo más grande que podían dar y se quedaron con el brazo más cotizado de todos: Gerrit Cole.
A Cole le dieron un contrato de US$325 millones por nueve temporadas para garantizar fortalecer una rotación abridora que lucía con interrogantes por la suspensión de Domingo Germán, su lanzador con más victorias la pasada campaña, pero quien inicia la campaña suspendido por su caso de violencia doméstica.
Masahiro Tanaka sigue siendo un hombre confiable y será el segundo abridor del conjunto, pero con un Luis Severino que de mantenerse saludable podría desplazarlo en relevancia como abridor.
J.A. Happ y Jordan Montgomery completan la rotación, porque James Paxton arrancará la campaña en la lista de lesionados con una lesión que lo sacará de juego al menos un par de meses.
El bullpen perdió a Dellin Betances, quien firmó con los Mets, pero Aroldis Chapman sigue siendo la cabeza del grupo.
La ofensiva. El jardinero Aaron Judge se mantiene como el bate más temible del equipo.
Pero luego de ver contribuciones como las de Giovanny Urshella y D.J. Lemahieu la pasada campaña, se puede repartir parte de la responsabilidad… aunque Judge sigue siendo el hombre de poder a seguir.
Los Yanquis esperan que Giancarlo Stanton recupere su salud y pueda jugar mucho más que los 18 partidos del año pasado, en el que impusieron récords de jugadores lastimados.
Algo parecido aplica también para el receptor dominicano Gary Sánchez.
El intermedista Gleyber Torres se mantiene como una fuerza temible dentro del equipo, que proyecta ser líder de la División Este y uno que pelee por el banderín de la Liga Americana en el 2020.